Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

MA TTEOTTI Pág. 23 a Nápole.s, pero fué delatado y llevado preso el 30 de enero. El plan de '' los 'l'res'' fracas,S, pues, por la impreparación absoluta de la clase obr~- escapar a último momento a los esbirros y refugiarse en Londres". No nos consta que haya habido una vinculación cualquiera entre este viaje de Malatesta y los motines que estallaron en Lunigiana y los que fu eron en ,;eO'niclasofocados entre el 13 v · ra ~- ele la.s masas populares, antes de haº ' ~ ' el 17 de enero de aquel año . .Merlino, poco \_ber te11ido siquier~ un principio de ejeiuclicado para esta clase de empresas, llegó cución. (1) Para el joven lector argentino, tenemos la obligación de advertir que en este articulo se habla de un movimiento revolucionario pro_ movido en la isla de Sicilia en los años 18921893 por unas agrupaciones ·de campesinos y obreros llamadas "fasci siciliani". Estos "fasci'' no tienen. ,pues, nada que ver con los actuales. los que nos han robado todo. . . hasta el nombre. a nosotros los "rojos". - N. del T. (2) Sobre los acontecimientos de 1893-189·1 estas ":\Iemorias" no agregan nada de esencial a lo que el mismo Malato l1abia ya contado en una carta a Armando Borghi, quien la publicó en 1933. (A. BoRGJ-n: Errico Malatesta, pág. 96). Las ''Memorias" son por el contrario muy interesantes allá donde llablan de la tentativa hecha por la reina Maria Sofía de Ná. poles en 1900, en los cír-culos anarquistas italianos desterrados, -p•ara empujarlos a provocar ren1eltas en el Mediodía de Italia. (3) Sobre estas ·c_itrtas casi exclusiv~mente se basará la acusación de "cospiración'' ~on. tra al,gunos ele los didgentes de los '\fasci' 1 en el proceso de Palermo •(mayo ele 1894): esta acusación fué admitida por el tribunal militar ·para tres ele los acusados: De Felice, Benzi, Petrina. Ca:yetano ,Benzi, de carpí, fué condenado a dos años <le prisión. Ludovico Nabruzzi y Claudio Zirardini •habían pertenecido a la -Primera Internacional, -de la que el primero fué uno ele los dirigentes más activos de Italia. ( 4) .Malato cuenta que en dicha oportunidad encontró en Biella a Rinaldo Rigola, quien, según él, era todavía anar:quista. En die-ha época, sin embargo, nos ,p,arece que RL gola fuera ya muy lejos de sus posiciones primitivas; él no tuvo vlnculación alguna con la revuelta 'Y en su libro sobre ",EJ movimient0 obrero en el Bielense'' no hay una palabra sobre la visita de Malato. JL\LCIDE QUBELLINI DIBUJOLA PORTADADELA PRESENTE PUBLICACION

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