Pág. 22 En una de dichas cartas -de septiembre de 1893- el mismo Cipriani escribía a De Felice: '' La frase La Sicilia está ardiendo, me ha puesto el infierno encima. Es inútil que agregue que a una indicación tuya volaré donde haya que combatir ... ; Indícame el lugat· adónde deseas que nos encontremos para ponernos de acuerdo, y yo venderé la camisa para no faltar a la cita. Por mi cuenta hoy mismú me po11go a la obra y escribo en Romaña y en todo sitio adonde tengo amigos de confianza, exhortúndolos a estar listos y a e,;perar los acontecimientos". Cipriani mautu,·o 1::upalabra, pues en una carta dirigida a De Felice por Cayetano Benzi, se lee: '' Amílcare me escribe que también en lfomafía se ha puesto de aGuerdo con Zirarclini Claudio y Nabruzzi Ludovico para formar los '' fasci '' rom:añolos. Me dice qne es¡;ribe eH todos lados para que se secunde el movimiento revolucionario de SiciIia y para confederar los ".fasci ", en una liga ele acción. Él me hace saber que te lia clado cita a Marsella para el 15 (diciembre) ... Hoy en Ravenna hay una reunión de todos los representantes de la reg1011para ponerse de acuerdo. Esper'.tmos que los buenos anarquistas se encontrarán y no obstaculizarán el movimiento. Kosotros aquí, fuera de algún pillo, nos hemos adherido todos al "fascio ". El tiempo de las charlas, de las triquiñuela,s, ha terminado''. <3> ..\rnílcare Cipriani y Giuseppe De Felice se encontraron el 15 de diciembre en Marsella, y el resultado del coloquio fué tal CJ ne no se •habló más de levanta miento.; :' Cipriani volvió a París. ¿ Qué había sncecliclo? Las esperanzass que en la primanra y aun en el verano de 1893 habían a Ibergado los dirigentes ele los '' .fasci'' , obre una ampliación del movimiento y sobre una próxima, ·" inev.itable" victoria, se habían esfumado. En su lugar se anunciaba una feroz represión. El mismo día en que Cipriani y De Felice se enconMATTEOTTI traron en Marsella, Franci.~co Crispi asumía el poder, -que le fuera confiado también para restablecer '' el orden'' en su isla natal. El 3 ele enero subsiguiente él proclamaba el estado de ,sitio y confiab11 los poderes al general l\forra di Lavriano; mientras el Comité Central de los "fasci" lanzaba un manifiesto dirigido a los trabajadores, que terminaba con el siguiente llamado: '' Continuad a organizaros, empero volved a la calma porque con motines ai - lados y convulsionarios no se consiguen beneficios perd urabies". La pa rticla siciliana estaba desde ya cerrada. El resultado negativo del coloquio Cipriani-De Felice no descora.:wnó a '' los 'l'res ", que resolvieron tentar igualment:') de poner en práctica su plan. He aquí lo que cuenta sobre el argumento, con un dejo de póstumo humorismo, ·Carlo Malato en las "1\Iemorias" ya citadas: "En Ja misma manera de los tres hijos de SatHrno, los que se han repartido los accesorios del globo -cielo, tierra y subsuelo infernal-, después de haber desposeído su divino padre, nuestro trío se ·había repartido las regione.s de la península en las que cada uno podía con más ventaja ejercer su aceión : a l\ferlino le tocó Nápoles y el Mediodía, ?,· Malatesta, Ancona y las Homañas -'-los dos debían -después puntar sobre Romay yo, Guenta Malato, tuYe que conformarme modestamente con la Italia del Norte". ·Cada uno de los tres salió en los primeros días de enero y llegó a destino. t, Cómo terminaron sus viajes? Malato se fué a Biella, donde se encontró con un grupo de anarqui.~tas <~), hizo una. escapada a Milán, pasó por 'I'urín, volvió a Biella, adonde consiguió reunir 'trna decena de desesperados, -los que se -conformaron ele derribar algunos postes telegráficos y los que se dispersaron, cansados, hambrientos, después de una larga marcha 1 hacía 'l'urín. l\falate-sta, escribe Malato en ána carta citada por Armando Borghi, '' se fué en las Romañas y llegó ·hasta Ancona, donde pudo
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