Pág. 20 MATTEOTTI ROMULO BOGLIOLO Fascismo y Religión Rómulo Uogliolo (Ex d!¡>Utado nac!on<1l) Hasla hace 11110saíios. cu11ndo perduraban en el mundo las consecuencias de la última gran guerra, los fasci~t,is r sus admiradores pr·etendía1t haber hallado ·"l sistema político capaz de a.segurar a 1a humanidad días de renovado esplcn<loe. ¡ Ah el Duce! o lo que e.' equivalente ¡ oh, Hitler! Pero en política como en fí ic,1. todo tiende a lo nol'ma l. Ya no fué pooi - ble presenUH· al fascismo como r<'accióa frente al ''desorden''. 'l'urn <¡n<' actuar por su propio impulso. Y resultó lo espe • rado. En un mundo de paz el fascismo es Ja g11erra; en un ambiente ele c11lluea, el puede descontar que la voz ele] deber io llame a sacrificios mayores- y a una redoblada acción. Cada uno ha de senti1· ·e u11 soldado de la libertad, allí donde e té, presto a pelear con las mejores armas clel socialismo y de la democracia. Todos los días, todas la horas, todos los minutos. Los que están en Italia, como puedan, para mantener viva la llama dt> nuestros ideales; los que están lejos de la patria, para hacer conocer al mundo la verdad: los que están aquí, para ayndarnos a afianzar y ampliar nuestra República y . u. institucione . Para los demócratas y .-ocialistas, toda posibilidad de lu"ha debP aprovecharse con la conciencia de servir ■ fascismo es la inc11llun1; en una época de rxpansión, el fascismo e· clausura. Los fe. roces instintos, las mi'ls bárbaras manifestaciones del pasado, los atentados má-; atroces ele lesa humanitlad siguen -constituyendo el bagaje político y moral del fascismo, como en los primeros días. Pern la ociedad humana es inflexible. El fascismo está ya Gercado, dominado. Sn elocuente trayectoria ha enseñado a todos. PoL· eso adquiere cada vez contorno mi'ls precisos el apotegma de Matteotti: "El Socinlismo no muere''. Porque es la vida. la justicia y la libertad. Jos inter·eses y los anhelos de los trabajaclore. y de los l1ombres dignos. El nombre glorio ·o de Ma tteotti es una bandera y es una enseñanza. Así lo entienden sus compañeros y amigos en la vieja casa de París que es la ede del 0cialismo italiano; así lo saben todos lo<J ciudadanos dignos del mundo; así debemos entenderlo y saberlo nosotros. Por eso, al visitarlos y al hablar con ellos, yo sentí la honda emoción de quien, lle~anclo de lejos, llega a su propia casa y estrecha la mano cordial de hermanos queridos . Junio 6 ele ] 9:39.
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