Pág. -4 MATT,EOTTI _E'SPA Ñ A HEROICA ■ La derrota del proletariado español, después de la épica lucha q11e ha t1uráclo casi tres años (18 de julio de 1!)36 - 28 de marzo de 1938) podía consicleral'se ya un he~ho ineYitable a i:·aíz de Ja clescarncla iate1Tención de las fuerzas armadas de l\Iussolini y de Hitler en la guerra. y por la complicidad criminal en el asesi1Jato dt> un pueblo libre por parte de las llamadas "democracias" inglesa y francesa. Sólo el heroísmo maravilloso del pueblo ibérico y la voluntad férrea y admirable ele sus grandes jefes -Negrí11, Prieto, La Pasio11aria, Hernández, Del Yayo y otros más- han permitido prolongar l!lla lucha tfi n desigual contra todas las fuéL"zas ele la reacción mundial coligadas en daiio ele la República Española; empero, el epílogo de la contienda -co.11 Chamberlain y Daladier e11 el poder, en Inglaterra y Francia, respeGtivamente- y después de la vergonzosa y, bajo ciel'tos aspectos, ab- · surda capitulación de Mu11ich. 110·pedía ser distinto ele Jo que ha siclo. Este epílogo, sin embargo, a pesar de previsto, es motivo para 1_10sotrosdel 111i1s grande dolor, sobre todo por aJgirnas deserciones de la última hora y ciertos triunfos parciales ele la cobardía sobre el l1eroísmo individual y colectivo del pueblo espaílol. _La Hist?ria dirá hasta dónde ha sido correcta y viril la actitud del presidente Azaña que, encerrándose prudentemente en la Embajada de España en P1-:· rís, después del éxodo ele Ca tal uiía. se ha 11t'gado a volver a Valencia, pretextando en c1 iscutibles alegatos la innti liclad de la l'esistencia, desani111audo así los defen- ',ores de la República y rebajando los esf.uel'zos ele Negrín y Del..Vayo, _quienes, uo obsta..11te desear Ja paz -u11a paz honorable- no estaban dispuestos .a la re11d ición total y vergonzosa frente al fas. cisrno. Y dirá también la Historia, si lti. farnosa "Junta de Defensa" que depuso n Negrín y su gobierno por la fuerza de l11s bayonetas y con la masacre de millares . . ' de pt·oletarios socialistas y comunistas, iIO Úaicionó pérfida y cobarclPmente la República. N"osotros, hoy y siempre, tenemos la obligación ele honrar lo· imiumerables héroes ." mártir-es caídos en defensa de la Libertad, y recordar con espíritu revereHte las mil y mil víctimas inocentes -11iífos, rnujeres, ancianos- clesg-arradas por la metralla pardo-fascista. Nos incnmbe el cleber ele rendir· a todos los valientes defensores ele la España leal -unos arne11azados aun por la venganza de Fra11co, otros etTantes por el mundo- el l1omenaje de nuesti-a solidaridad ele tr·abajaclores s-ocialistas, y el agradecimiento de todos los hombres para quienes la Libertad ·y la Justicia no son, ni serán nunca, vanas palabras. ¡ Viva la República Española! ¡ ViYa el Socialismo! Los desterrados italianos.
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