Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

agresor el cuéhillo de la parte del mango. Este es ahora el único árbitro de la • • situación, después de haber triunfado moral y materialmente en el punto culminante de su insidiosa arte diplomática: la negación de sí misma de la odiada y vilipendiada Liga de las Naciones, y la venganza, largamente madui:ada, contra las -52 naciones sancionistas. Conclusiones amargas : Italia y sus gemelas totalitarias, Japón y Alemania, tienen en jaque a tod'O el mundo diplomático. Y, sin embargo, debe reconocerse que estos tres regímenes son los más lógicos en su maquiavélica' línea de conducta. ·manteniéndose fuera de aquella Liga de las Naciones, incompatible con sus programas y sus doctrinas político-sociales. Pero hay más; abandonan desdeñosa- ·mente la institución ginebrina dando un portazo, mas ellas son las que imponen~ desde afuera, su voluntad, y establecen, podría decirse, su orientación. Todo esto permite demostrar cuán falaz es la tesis de que los miembros asociados a la alta asamblea, no deben '' meter la nariz'' en la organización interna y en la constitución de cada nación. El día en que la Liga quisiera convertirse en algo serio, debería precisamente ·imponers~ normas en virtud de las cuales cada ni:¡,cióndeberá representar un • mínimo de garantías que pueda evitar tropiezos en las relaciones diplomáticas, parlamentarias y jurídicas de la institución. Estas garantías deberán compendiarse por lo menos en su forma constitucional, sistema parlamentario, libertad de palabra, de organización y de reunión. · No puede existir convivencia prove31 e· MATTEOTT-I XIVANIVERSARIO chosa a los efectos de la paz, cuando junto con los representantes de naciones donde la vida política, social, económica, es controlable a través de las públicas libertades, se encuentren delegados ·de naciones autoritarias, despóticas, cerradas a cualquier posible control del exterior y donde no existe una opinión pública ni se puede tener, siquiera aproximadamente, una idea de la situación de sus respectivos pueblos, atados a la tiranía dictatorial y sujetos a la más despiadada represión de todo conato de manifestación civil. Pero ya se sabe que todas las naciones burguesas estan de tal manera consternadas, por estas tres naciones rebeldes a cualquier norma legal y a cualquier disciplina parlamentaria y funcional de la Liga, para atraerlas nuevamente en su órbita, mientras están madurando la idea de la expulsión, actualmente en potencia de una de las naciones agredidas: Etiopía. La falta de garantías, por lo tanto 1 respecto al orden constitucional comp~- tible con las normas más elementales del moderno derecho social, político y económico, desde el punto de vista internacional, señalaría para dentro de algún tiempo la quiebra total de la ya destartalada barraca ginebrina. · Está latente la idea de revisión de los estatutos de la Liga; ¡, pero se puede esperar nada bueno y -decisivo con el ambiente mefítico que ahora envicia todas sus actividades? Si los elementos representativos, gobernantes, diplomáticos, de naciones democráticas y la Oficina Internacional del Trabajo que es, puede decirse, parte integrante de la alta asamblea ginebri- . na; si las dos más fuertes e influyentes internacionales, la socialista y la sindical,• no se- deciden a proceder enérgica-

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