,wntinuado,. se apit_na), también se opone el problema de los costos. La famos·a frugalidad del italiano, gracioso eufemismo, para evitar la palabra miseria, es poca cosa confrontándola con la frugalidad, es decir, con la miseria del campesino etíope, el cual según la expresión popular vive de la nada . .Ahora si el ideal del fascismo no es el de reducir el tenor de vida de nuestro eampesino al nivel del de Tigré, aparece evidente que no existe .Jugar en Etiopía para el trabajo· italiano. Halirá lugar parª soldados, colocados como gendarmes en poblaciones que quieren su independencia; habrá sitio para funcionarios, para negreros, que resultarán los aliados de los feudatarios etíopes contra los campesinos y trabajadores; habrá lugar para algún centenar o millar de bolicheros que tratarán de vivir o viva-· quear al margen de la i:niseria colectiva. N-0habrá lugar para centenares de miles de campesinos. Es mem,ster ignorar totalmente los problemas de nuestra época para creer que Italia pueda superar sus dificultades conquistando eventuales territorios de producción. El mundo sufre una crisis de sobreproducción. Hay exceso. de todo, y el capitalismo realiza este absurdo, que habiendo demasiadas cosas las masas de la población mueren de hambre. Hacer una guerra colonial en 1a hipotética esperanza de conquistar territorios aptos para el cultivo de . tabaco y algodón, no sólo es -criminal sino anacrónico, en un mundo donde se queman las balas de algodón y de café para mantener altos los precios. ·Basta echar una ojeada alrededor nuestro para ver que la crisis tiene ,,ausas diferentes que las indicadas por el f~scismo. .América tiene territorios inmensos inexplotados, subsuelos riquísimos para valorar y sin embargo la crisis existe tanto más grave que en Dinamarca o Suiza, países que no tienen colonias. Inglaterra tiene el más grande imperio colonial del mundo, lo que no le impide tener dos millones de desocupados <my'a transferencia a las colonias es política y económicamente imposible. Los desocupados franceses no van ni a .Africa ni a Indochina. Bélgica, a pesar del Congo, presenta una densidad de ·población superior a la alemana. Del conjunto de estos datos resulta, según lo reconoce el señor Wladimir d'Ormesson en Le Temps, que "lo dramático del caso (del fascis1no) es que está arruinándose y convulsionando 'a EuropiJ. por una ilu~ión." En verdad existe un solo problema en cuya solución Italia está em- :ieñada más que cualquier otro país; es el de la organización en escalª mundial de la distribución de las materias ·primas y el trabajo, pero de esto no se preocupa la Italia fascista. Se han ocupado en cambio los ,ocialistas ingleses quienes, en el congreso de Malgate (agosto 1935) al :nismo tiempo que reclamaban contra la· agresión fascista a Etiopía,· las ~,mciones del pacto de la Sociedad de Naciones, pedían la convocatoria 33 • MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO
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