Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

Un # cara-cter Hereje y opositor en el seno mismo del Partido Socialista, convirtióse luego entre los unitarioi3 en algo así como el guardián a~ la rectitud política y del temple de los caracteres. Para él eran las funciones más ingratas y las luchas más comprometidas. Su vida fué toda una lucha contra el confusionismo de las coaliciones, contra los masones, contra el logrerismo de los partidos populares. Fué un implacable crítico de los dirigente ;y se recuerda que siendo muy joven, durante una a amblea socialista, el jefe indiscutido del socialismo local, tuvo que interrumpirlo: "Tasi ti, che ti ga le braghe ciirte'' (Cállate que aun tienes los pantalon.es cortos). Por su excesiva energía, absorbente, se le acogía con no mucho entusiasmo por su espíritu crítico. Su desprecio por la inercia y por los hábitos de resignación le enajenaba a los pícaros que se sentían afectados y humillados : lo acusaban de ambición, no Jo entendían. Sin embargo, en el momento de la acción tenía el consentimiento de todos y conseguía llevar al ~acrificio hasta ·Jos más pacíficos con el ejemplo del sacrificio de 13Í mismo. Esta aparente arrogancia y rigor se explicaba por su ascética soledad. Su dificultad -para conocer las personas v ser apreciado en su verdadero valor ~acfa de su austero culto del silencio, de su férrea seguridad de' sí mismo. La fundamental dificultad en él de comunicar su hosca parquedad de expre:3ión, propia de t_oda.~las a}1:1asencerradas en sus. aspirac10nes eticas, se 13 traducía en indiferencia _por las opiniones corrientes, audaz hasta demoler los prestigios más sólido . En rea7idad la audacia de su crítica disolYente era más bien indiferencia e impai3ibilida-d para con lo circunstancial. En 1916, en el Congreso de las Comunas socialistas donde se reveló ante todo el partido, causó estupor por su ab ·oluta carencia de sentido oportuni ·ta, tan indi. pensable para los mediocres y las vivezas peq_uefi.o-burguesa:3 ! ::\Iatteotti tuvo la feliz idea de de. menuzar todo el informe Caldara, es decir, los títulos de competencia académica en los problemas de las comunas socialistas, y se impuso con tanta evidencia que el dirigente milanés que había concurrido con la seguridad de llevarse los laureles de la unanimidad, tuvo que 'salvarse con una orden del día de conciliación. Caldara fundaba toda su construcción en las relaciones financieras entre Estacto y Comunas, en su e:xperie_ncia milanesa: 1\fatteotti, con una -discusión que abarcaba toda, las comu_nas de toda Italia, aportaba la experie1:- cia de la pequeña comuna, las necesidades que había constatado en su labor administrativa en por lo menos diez pequeñas ·comunas del Polesine: era la revolución federalista contra el peligro del centralismo. Es fácil comprender como un gesto semejante provocara alarma y. recelo en los varios Bentini y Zanard1. Creo que únicamente Nino 1\1azzoni, Tre-

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==