M a t te o t t i es martirologio pueblo' italiano el símbolo del Así como el asesinato de J aurés en vísperas de estallar la gmn guerra niarca mia fecha infaitsla en los anales de la dernocracia y de la paz,, así el asesinato de Matteotti en vfsperns dél desencadenaniiento de la brntalidad fascista marca itna fecha infaitsta en los anales del Socialismo. J aitrés y Matteotti son figitras representativas y simbólicas de la Democracia, de la Paz y del Socialismo; y sit sa~gre generosa, derramada por manos criminales, es y será 1tn riego f ec1tndo qite hará germinar y crecer la esplénrhda mies de las grandes, nobles y hmnanas ideas e ideales del vorvenir. La Paz, la Democracia y el Socialismo, corno todos los graneles ideales, han necesitado y necesitan sus santos, mártires y hh·oes. Y entre la pléyade innúmera de los que sacrificaron sit vida en aras de su ideal, Matteott1· es el más noble santo, el niás gmn márfrr y el 1nayor héroe. Santo en el sentido laico de lo palabra, v01·qiw dedicó s1t vida a la redención del piteblo trabajador,· mártir en el más amplio sen-- ticlo, porque f1té conscientemente al sacrificio; y héroe, porqiie afrontó la litcha desigual con sereno estoicismo y con tranquilo valor. En los anales del laborioso 12 de la Historia Un1versal, que es el gran tribunal del mitnclo, la excelsa y noble figura ele Matteotti brillará con la luz f1tlgente ele la santidad lafoa, del martirologio consciente y del heroísnw civil; n~ientras que sus verclitgos y asesinos, execrables y execrados en la memoria de los hombres, estarán colocados en el séptimo círcitlo del infierno dantesco. Matteotti es el símbolo del niartirologio del piteblo -laborioso italiano y el símbolo del Socialismo internacional. Y así como en la leyenda del c1·istian?'.smo Cristo resitcitó despités de ser critcificaclo, así en la historia del Socialismo Matteotti resitcitará en la memoria de las futitras generaciones. Las ideas y los ideales por él sinibolizados 1·esitcitarán con niás vigor y lozanía que nitnca. El Socialismo es la nueva fe de la Hmnanidad del porvenir. Sir, niarcha y trúmf o no lo detendrán los tú-anos del niirndo. El siglo XX será el siglo del Socialismo. Mayo, 1935. ENRIQUE DICKMANN
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