Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

tibles de esa adoración de los seres humanos. Se ]es tiene por entes superiores, casi de otra esencia, de los cuales se espera la dádiva :mprema del. bien y la .felicidad, y el común mortal lleg·a a sentirse feliz si lo sirve y se humilla. ¡ Cuánfa13veces el ídolo del pueblo ha sido llevado en hombros, o ha sido su carruaje arrastrado para sus admiradores ; cuán tas vecE>s un simple objeto de sn pertenencia ha sido tra.nsformado en reliquia, actos todos que vemos diariamente rral izados por los creyente:3 de una fe cualquiera! De ahí que no~ctros, :::;ocialistas,hayamos combatido el culto del héroe, adelantándonos, en esto como en tantas cosas, a nuestra época. Hemos ::;ido severos, con el látigo de ]a crítica :siempre li:sto, e:<,;cndriñando ünplacablemente para rnc13trar los errores y debilidades de esos ídolos, queriendo elevar y dignificar las ma.sas por la comprE>nsiónde su propio valer. Pero el fiempo de la mora] estoica aun no ha llegado. Necesitamos ·ver surgir a un l\fus.solini, a un Hitler para palpar, por así decir, todo el fondo de la bestialidad que aun subsiste en la1; m~sas y las rinde ante la fuerza del amo. Tengamos nosotros también nuestros héroes. Encarnación de las más grandes virtudes que anhelamos para nuestra especie, no han de inspirar adoración servil. El héroe vencido, eólo es amado por quien siente toda la nobleza de su el',píritu y no por aquel sólo sensible a la fuerza que da el triunfo. 11 Las ideas se adhieren a ]os hombres. Mientras Mu.ssolini es para muchos el éxito justificando el asesinato, la traición, la ambición desenfreµada, la venganza baja, y la autoridad olímpica, l\fatteotti es para nosotros la encarnación del ,sacrificio heroico y digno, del idealismo incorruptible, del coraje sin jactancia. Y los héroes ~on el exponente de Jas masas; unos son dignos de las otras. llagamos porque la efigie de l\Iatteotti, la noble cabeza de amplia frente y místicos ardientes ojos, reemplace un día ]a del amo de Italia, el hombre de la hirada torva y saliente mandíbula. No porque aspiremos a 1m glorificación, sino porque ese día será una muchedumbre de hombres libres la que llene las calles de las ciudades italianas, la que entone el himno de la humanidad redimida. Pero, l. cuándo llegará ese día? ALICIA MOREAU DE JUSTO

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