., VII ANIVERSARIO mas duras murallas. Se filtran por los muros corno la luz por los cristales. Sin embargo, la sombra de este gran martir del Socialismo no se conforma con penetrar en el alma de los italianos y retornar a Italia sin ser vista por los ojos de sus verdugos. Ella quiere que se le abran de par en par las puertas por donde entran no solo las almas sin el cuerpo, sino los cuerpo.s con alma. Elia las quiere bien abiertas para que con ella entren todos 1~ que salieron y todo lo que saho detras de ella, cl.esde que el terror fascista impuso su noche de muerte y de atraso en el destino de Italia. Y he ahi que aguarda. En los umbrales mismos de su naci6n, permanece expectante. Nos pare:e verla erguida sobre la cumbre mas alta de los Alpes escudriiiando el horizonte con el oido atento a todos los r~mores que los vientos le traen. Ya escucha, sin duda, una lejana, vibraci6n de marcha. Millares millones de pasos resuenan, mu'y a lo lejos aun. . . Es un ejército que avanza desde remotos confines. Acaso descubre que ese ejército entona, corno himno de guerra y de esperanza, un nombre inmortal: '' i Matteotti !'' Cuando llegue ella se pondra a su frente. J unto' a ella se alzaran por miles otras sombras: la de todos los que cayeron por su idea y por su f~ civil bajo el golpe de la feroc1dad reaccionaria. Y asi, en legi6n irresistible entraran en Italia, abier- ' . tos a su paso todos los cammos. La sombra proscripta recuperara sus derechos de ciudadania en la naci6n reconquistada, y Mussolini podra exclamar entonces corno César Borgia, aquel predecesor suyo ·en las artes de la tirania y del crimen : '' Los muertos vuelven'' ... EMILIO FRUGONI. Montevideo, Junio de 1931. Crimen y Castigo t Sera posible que el mons~ru~so c1·imen, perpetrado por los sicari~s de Mussolini contra 'Unodc los mas p1·eclaros y virtiwsos hijos . d~ la. Ital-ia democratica y socialista, quede impune'! li Sera posib~e. q-ue el asesino goce de tranquilidad, disfrute del poder y mii,era. en su carna mientras sus victimas, a mi- ' . . llares sufren en el destierro miserias Jin fin! l Sera posible que la Jimnanidad se haya insensibilizado a tal grado que tolcre y perdone el asesinato mas horrendo co1netido por el mas a,bmninabl~ de los crirninales? J S cni- ello posible? r o no lo creo. 'l'engo fe en la jiisticia inmanentP-. N émcsis vela para que la jiisticia se cu,mpl<I:. Tarde o temprano ella. se cumplira. No lwy crinicn sin castigo. Y el castigo sera tre1nendo e incxorable. La s01nbra de Matteotti persegitira, por los siglos de los siglos, al fascismo y a su autor siniestro. La historia universal es el trib ttnal del munJ,o. Y la historia universal ya. ha juzgado y sentenciado a los asesinos de Matteotti. Ahora falta que la sentencia se cmnpla, f atal e inexorablem,ente., Algu,ie!i, hornbre o pueblo, la hara cuniplu·. Tal es rni profunda e intima convicci6n. ENRIQ UE DICKMANN. J unio, 1931. •• T odas las caricaturas que fìguran en este Numero Unico, han sido sacadas de Il Becco Giallo el excelente quincenal satfrico que se publica en Parfs. Vean1e lai condlclone1 de 1u1crlpcl6n •n la prlmera contratapa.
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