Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

VII ANIVERSARIO des proporciones realizadas en forma vulgar e indigna. 'rodos los grandes empréstitos y ronversiones financieras, todos los programas "imperiales" de trabajos publicos del régimen fascista han empobrecido a Italia en la mi5ma medida que han enriquecido en centenares de.millones a la familia Mussolini y a alg{m centenar de sus lugartenientes y cortesanos. El silencio impuesto a la prensa y a la oµinion pùblica mediante rl terror ha envalentonado a tal pnnto a esos ~ujetos que ya ni siq ui<::rase -preocupan de clisimular lo elevaclo de sus improvisadas fortunas, y ponen en la ostentacion de su lujo y derroche, la grosera voluptuosiclad de los "parvenus", de los nuevos ricos ... Contra esta clesenfrenacla carrera por el enriquecimiento, contra esta orgia de concesiones, :Matteotti resultaba y era evidentemente un obstaculo inquie.tante. Esgrimia la misma intransigencia moral qne el r>obre Améndola (también asesinado por an{ilogas razones) y estaba dotado del mismo coraje para la lucha. Pero :Matteotti tenia en su favor la vocacion y el método del acusador pùblico. No solo era imposible obligarlo a callar, sino que resultaba dificil confundirlo o desmentirl o. Siempre estaba terriblemente documentado y era un profundo conocedor y un pacientc indagaclor de los balances y de todo rl mccauismo de la contabiliclad del Estaclo. ìVIàsde una vez Mussolini intento cmbrollar las cartas con él, pero siempre salio mal parado, reduciclo al si]encio por su aclversario implacable, quien ponia al descubierto toclos los trucos, todas las miserias moralcs pom'posamente transfiguraclas, no ocultandolc su personal clesprecio, mas profundo y mas legitin10 que el mismo odio. · En fin; :!\fatteotti era un peligro para el fascismo por cl hecho de que -- en un momento de desorientacion del Partido Socialista - rcsuìtaba un animador y demostraba ser capaz de suscitar grandes reacciones entre las masas populares, debido a su ejemplo y a la tenacidad de su accion. No es raro que algunas batallas perdidas por un ejército se conviertan en inesperadas victorias. Estas fueron, con justicia, atribuidas a un jefe, no porque su energia basto por si soln a vencer, sino porque esa victoria supo encontrar la hora decisiva, el punto justo de aplicacion de la esa fuerza colectiva que resicle C'll eì entusiasmo intuitivo y ùeliberado para el sacrificio f értil de todos los heroismos. En las elecciones de 1924 parecia quimérica la participacion de los socialistas, contra los cuales los fascistas en el poder habian organizado en grande escala una represion san~rienta. Fué Matteotti quien quiso quc partici paramos en los comicios, '' a pesar dc todo'' : el resultaclo elio razon a su gran entusiasmo. ... Y, precisamente, l\Iussolini indicando a los pufiales de sus sicarios vio el gran corazon, cuyos latidos neccsitaba acallar: el de ì\fatteotti ! FRANCESCO CICCOTTI. 11 Hay novedades al Oeste 11 Notlclas de Espaila ...

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==