Interrogations - anno VI - n. 17-18 - giugno 1979

vuelve vacio de signifìcati6n si se desconoce la necesidad de un nuevo «simismo » (auto) que debria « gestionar » una economia libertaria. Eso implica un desarollo moral, cultura! y persona! de los individuos que esta en contradicci6n radical con la naturaleza jerarquica de la fabr\Ca, « escuela » de la consciencia socia! obrera, segun Marx y los sindicalistas. Esta paradoja no puede resolverse con las ideologias tradicionales de la clase obrera. Ademas la autogestion necesita un « lugar » mas amplio que la industria: comunidades y municipalidades. El marxismo y el sindicalismo no logran tampoco desarollar este « lugar », debido a sus posturas economistas. y clasistas. Si la autogestion tiene que ser significativamente contrapuesta a la gesti6n jerarquica, hace falta no solamente un nuevo contexto socia! no-jerarquico, sino tambien una nueva tecnologia no-jeraquica que sustituya la fabrica corno modelo economico. La nueva tecnologia ya .esta al alcance de la mano. Ya existe corno « tecnologia popular », bajo forma de tecnologias comunitarias a pequefia escala, a dimension humana, comprensible, basadas sobre tecnicas descentralizadas biologicas, solares, e61icas. Estas tecnologias no podran sustituir las dominantes sin profundos cambios sociales, pero ellas ya comprenden en si el simbolo de un renacimiento del contro! popular sobre las condiciones materiales y civicas de la vida. El movimiento libertario tiene que asumir los problemas que estas tecnologias plantean, porque sin una consciencia libertaria las nuevas tecnologias y el movimiento que ellas simbolizan pueden ser absorbidas por la sociedad existente y asi se perdera, quizas irrevocablemente, una oportunidad hist6rica. 256 i

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