Interrogations - anno VI - n. 17-18 - giugno 1979

JOYEUX - El concepto de autogesti6n, considerado durante algu.n tiempo corno subversivo y peligroso para el mantenimiento de la autoridact, ha sido h_oy dia recuperado por el sistema y transformado en un mito que, corno otros, se utiliza para la manipulaci6n de las conciencias por los detentadores del poder. En Francia, en apenas un decenio, todos los grandes partidos de izquierda y las organizaciones sindicales han renunciado a la actitud de desinterés y de sospecha que al principio tenian respecto de la autogesti6n, para incluirla oficialmente entre las « recetas » de sus programas. Asi, la autogesti6n ha dejado de ser un objetivo concreto de lucha para convertirse en un elemento mas de la propaganda electoral y del juego politico: luchar por la autogesti6n no significa ya intentar aplicarla, sino votar por los partidos que la propugnan y esperar a que « tomen el poder ». Por lo tanto, la recuperaci6n del concepto de autogesti6n habra servido no solo para remozar el aparato ideol6gico de la izquierda institucional y hacerla mas coherente con las aspiraciones populares, sino también para quitar a ese concepto toda carga auténticamente revolucionaria e innovadora, remitiendo su realizaci6n a un futuro incierto, situado mas alla de la « conquista del poder » y transformarlo en un mito, un articulo de fe, una fe corno la fe en dios o... en la revoluci6n. Esta fe, esta piadosa espera del advenimiento del « gran dia», sirve eficazmente para desviar la atenci6n popular de cualquier experimento concreto, de cualquier tentativa practica de realizar la autogesti6n; de este modo, la autogesti6n (si algun dia llega) no serà la que quieren aplicar los propios interesados, sino la que el poder tenga a bien conceder es decir la aplicaci6n funcional de la Organizaci6n Cientifica del Trabajo. De hecho, en los paises occidentales las antiguas clases capitalistas dirigentes van siendo sustitudas por las nuevas clases de técnicos, que, mediante esta manipulaci6n del mito autogestionario, consiguen ocultar la verdadera naturaleza de su poder, el cual no se funda ya en la propriedad privada, sino en el control « intelectual » de los medios de produccci6n. LA ROSA - El ensayo intenta ofrecer algunos puntos de reflexi6n sobre la relaci6n existente entre autogesti6n, cambio y sociedades industriales avanzadas. A tal respecto, el autor mantiene, corno condici6n previa para cada proceso real de maduraci6n dirigido bacia una perspectiva autogestionaria, la difusi6n y crecimiento de una cultura autogestionaria. Esta, resulta, de hecho, escasamente presente en nuestro pais, en parte por las « desconfianzas » que todavia hoy demuestran las fuerzas sociales y politicas, y en especial las sindicales, a causa de estrictas razones hist6ricas e institucionales. Tal cultura, por otra parte, facilitaria también una confrontaci6n precisa, asi corno una definici6n, del marco de referencias te6ricoconceptuales que, por otra parte, es todavia muy impi:eciso y a menudo aparece « deformado ». En esta perspectiva el escrito intenta, en la segunda parte, aclarar por un lado el nivei terminol6gico de los conceptos de autogesti6n (corno proceso y corno proyecto-objetivo) y cambio y, por otro, los « nexos » significativos y la « valencia » que unen tales términos. La aproximaci6n, en fin, a las sociedades capitalistas tardias inten254

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