Interrogations - anno V - n. 16 - ottobre 1978

JUAN GOMEZ CASAS par el marxismo revolucionario en todos los tiempos, exceptuado hoy aquellos sectores que han dejado de ser tal y se integran al sistema voluntariamente, para transformarlo desde dentro, loque posibilita que ellos rnisrnos se vean transformados y plenamente absorbidos par aquellos a quienes pretenden absorber. Los grupos marxistas leninistas, ya seiialados, que practican el terrorismo, han creido hasta poco en el derrumbe imminente del Estado, asi coma algunas formaciones trotskistas. Esta tesis del derrumbismo, ha calado incluso en sectores reducidos detectados dentro de la CNT. No obstante, la realidad marcha muy a contrapelo de estas presunciones. Asi lo manifest6 hacia mediados de agosto la organizaci6n ETA, quien en un comunicado afirm6 que las condiciones objetivas para la instauraci6n de un socialismo revolucionario no se daban en el pais, par lo que se hada necesario llegar a un acuerdo con el gobierno, si éste hada concesiones aceptables. Efectivamente, un estudio somero de la situaci6n del pais, aun con todas sus dificultades, desautoriza radicalmente la tesis catastrofista. No existen en absoluto condiciones para ésta. La consolidaci6n de la democracia burguesa parece un hecho cierto, mas cierto cuando menas que el del derrumbe. « La consolidaci6n de la democracia » es el objetivo que mueve en estas momentos a todo el espectro politico desde la derecha hasta la izquierda extraparlamentaria que aspira a ser parlamentaria. Es decir, estan unidos en el mismo afan desde la derecha de Fraga Irivarne hasta los grupos politicos y sindicales del maoismo, el Partido del Trabajo (PTE), la 0rganizaci6n Revolucionaria de Trabajadores (0RT), con sus respectivos sindicatos, SU y CSUT. En media hallamos la UCD, partido gobernante, socialistas y social dem6cratas, y comunistas de todos los matices, también con sus fuerzas sindicales, UGT y CC. 00., rnayoritarias en el mundo del trabajo. La noci6n que une a toda esta masa considerable de gentes, par encima de sus diferencias, bastante sustanciales, se Hama aqui consenso, es decir, asentimiento para sostener el sistema dernoparlamentario. Mas o menas renuente, el ejército respalda esa consolidaci6n del sistema, lo mismo que la iglesia, la banca y las organizaciones empresariales, CE0E y CEPYME, cuyos dirigentes se reunen incesantemente con Santiago Carrillo, Felipe Gonzales y los lideres de UGT y CC.00., al objeto de sentar en estas momentos las bases del pr6ximo pacto social, destinado a sustituir al de la Moncloa. Los primeras pasos ya se han 48

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