CARLOS SEMPRUN MAURA Vitoria, éstas se hubieran diluido en las asambleas, ya que existia la igualdad mas absoluta entre todos los trabajadores y que nadie podia hablar o votar mas que en nombre propio. Los cenetistas hubieran podido votar y ser elegidos como delegados para tal o cual gestion o actividad, pero individualmente, no como secci6n sindical, de la misma manera que los socialistas o los posibles budistas. En Vitoria se fue muy lejos pos este camino, que es el verdadero camino de la autogesti6n de las luchas, con clara vision de las eternas manipulaciones de partidos y sindicatos. Debido al propio caracter hibrido de la CNT, sus Comités hacen ciertas propuestas que, de tener éxito, significarian la muerte de la CNT como sindicato. cDe qué servirian, en efecto, éste y otros sindicatos, si la huelga, como la negociacion, el conflicto, como el compas de espera, lo deciden co~ctivamente todos los trabajadores, expresando sus puntos de vista en asambleas, que toman todas las decisiones, hasta las mas infimas, que eligen a comités de çlelegados para representarles en ciertas ges~iones concretas, pero que deben someter todas sus decisiones a la Asamblea y que pueden ser revocados en cualquier momento y que, si dicen sî al patron, la Asamblea puede decis no (o al revés), y siempre es la Asamblea la que tiene la ultima palabra? En los lugares o momentos en los que una tal democracia directa exista y funcione, poseer el carnet de la CNT no tendra mas valor que llevar un pafiuelo en el bolsillo. Una actividad de este tipo, una democracia de tal naturaleza anula totalmente, no solo la diferencia entre sindicados o no, sino entre afiliados a diferentes sindicatos, sencillamente porque anula, liquida, destruye la labor especifica del sindicato, sustituyéndola por la democracia directa en la que los trabajadores se representan ellos mismos, sin los intermediarios tradicionales: los sindicatos. La vieja retorica segun la cual las organizaciones se someten a las asambleas, y sus militantes actuan con los mismos derechos y deberes que los demas trabajadores, es solo posible en los momentos algidos de la lucha, pero luego viene el « reflujo » y aqui si que el sindicato - ésta también es la tesis de los trotsquistas en relacion con los « soviets » o consejos -, vuelven a cobrar su sentido, esta retorica esta tan podrida que no se tiene en pie. Las propias declaraciones del C.N. de la CNT prevén el funcionamiento del sistema asambleario en periodos no de lucha, sino de negociaciones, marginando aqui también a los sindicatos, a quienes se les quita hasta el derecho 114
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