DOSSIER CNT obreros formaban parte del mismo sindicato y que todos los dirigentes nacionales estaban designados a dedo, desde arriba. Evidentemente, los dirigentes de las CC.00. en su immensa mayoria estân designados a dedo por el CE del PCE, pero tan evidente resulta que no ocurre asi con los « indipendientes », ya que éstos, por ahora, ni tienen dirigentes. No estoy diciendo que las elecciones sindicales que se desarrollaron durante los primeros meses,de 1978 sean una panacea, ni que fueran siempre totalmente limpias ... Estoy diciendo que éste es el marco legal y l6gico en el que se desarrolla la « democracia sindical » en la etapa actual. Hay que saber lo que se quiere, compa:fi.eros de la CNT, y, cuando se quiere meter goles, hay que bajar al campo. Dicho con otras palabras, si queréis ser un sindicato en el pleno sentido del término, os veréis obligados, mas temprano, a participar en las elecciones sindicales. La actitud de abstenci6n y las criticas demasiado abstractas a la vez que superficiales sobre las elecciones sindicales van a tener, c9mo primer resultado, una cierta marginaci6n de la CNT en tanto que « sindicato representativo ». Prueba suplementaria de la confusion que reina en las filas de la CNT, en don de no parece que todo el mundo haya estado de acuerdo con la consigna de abstenci6n, es que ha habido candidaturas cenetistas, pocas pero contabilizadas por la prensa y cuyo esquelético resultado va a ser propagandisticamente aprovechado por CC.00., UGT, los empresarios y el Gobierno. En muchas casas so!_llos propios compa:fi.eros de trabajo quienes han presionado para que tal o cual cenetis(a se presente, por confianza_ en él y para no dejar el puesto libre para « esos cabrones de CC.00. ». En algunos casas los militantes se negaron « por disciplina de organizaci6n », pero en otros no. El terreno en el que va a desarrollarse la acci6n sindical, con su dinamica conflictiva, huelgas-negociaci6n (huelgas para lograr una negociaci6n y negociaci6n para evitar las huelgas), ese terreno y las reglas del juçgo entre participantes, Estado, patronal, sindicatos, una organizaci6n coma la CNT no esta en condiciones de transformarlo. Solo podran hacerlo, aunque solo sea momentaneamente, los propios trabajadores, a través de sus huelgas salvajes. Y aqui, con este casa concreto, se pane una vez mas de manifiesto la contradicci6n fondamental entre anarquismo y sindicato. Unos grupos libertarios pueden perfectamente rechazar las reglas del juego y elegir el terreno de su acci6n. 111
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