Interrogations - anno IV - n. 10 - aprile 1977

,soclEDAD CA,RCELARIA DE ESPAt-lA tinuida:d y su replica en el exterior, en la calle, por la acci6n propagandistica; informativa, del tema penitenciario, de una amplia corriente popular aifinitariamente inclinada a solidarizarse con el preso anarquista. Segundo, porque esta figura de preso no se ha consi,derado nunca « preso politico», sino « preso social», equivale ,decir que ha uniido su situaci6n penitenciaria a las condiciones ,q,ue afrontaba el « preso comun ». Estos dos factores se complementalban y toda presi6n de la opinion publica y de las corrientes populares en favor del preso ana:riquista - el ><< preso social » - se traducia tambien en beneficio del « preso comun ». Es esta comp'lementariedad entre ambas figuras de « delinouentes » la cwsa fundamental que fuerza y arranca la liberalidad de las oroenanzas. Al margen de la e~epcional situaci6n penitenciaria de la postguerra, sin precedente hist6rico a1guno, surge a principios de la decada de los afios 1960, una nueva ,figura de preso politico. Las « sacais » para el pared6n hace algunos afios que han remitido, una nueva generaci6n de presos politicos empieza a poblar los recintos, SIU actuaci6n no va encaminada a abordar globalmente los problemas que aifronta toda la poblaci6n reclusa. No les interesa una vision social de! tema penitenciario. Su actuaci6n es ofrecer un incentivo suplementario, a la actividad politi-oa de la oposici6n en la calle. Se desentienden del « preso comun »; se rompe asi la solidaridad que hahia venido presidiendo la luoha penitenciaria durante largas decadas desde antes de los albores del siglo. Se trata del « preso comunista ». Esta ruptura entre las distintas diguras de preso se traduce por un ,sensible mejoramiento de la situaci6n del preso politico - en general, salvo excepciones - que centrara su actuaci6n para la conseouci6n del « Estatuto del Presa politico ». Considerandose asi la aristocrada de la poblaci6n reclusa. Mientras tanto el « preso comun » atraviesa una ,de las epocas de mayor insolidaridad y desamparo. La ,ruptura se acrecienta entre ambos ,grupos sociales. Hoy este di,vorcio es completo. He ahf el primer reS1Ul• tado de la actuaci6n del •« preso comunista ». EL PATIO, FIGURA BASICA DEL SISTEMA PENITENCIARIO Entre los aspectos del caracter general, ,que diferencian mayorrnente las relaciones carcelarias estab'leddas en el Estado espaiiol, de las existentes en los paises de Europa occidental, 5

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==