CARWS MOYA y de su sistema educativo. La Ciencia Moderna - ya lo via Hegel - es el instrumento de la necesaria racionalizaci6n poHtica del Estado Industrial. La tecnologfa cientffica es una necesidad social impuesta par el propio desarrollo acumulativo del Capital Financiero. « El Crepusculo de las ldeologfas » - escrito par el • tee• n6crata " Fernandez de la Mora, antes de acceder al Ministerio de Obras Publicas - es el mas radical exponente de la necesaria reconcialiaci6n del integrismo cat61ico tradicional con la modernidad cientffico-tecnol6gica impuesta par la industrializaci6n . .. Conviene acelerar todo lo posible el proceso de sustituci6n de las ideologfas par las ideas concretas que suministran la etica y las ciencias sociales ... A finales del siglo XIX la politica se hacfa, coma la farmacopea, con sencillas recetas ideol6gicas: la liberal, la socialista, etc. Hoy el 90 par 100 de la polftica es tecnologfa y economfa " (Fernandez de la Mora, 1965, 23; 1968, 346). No puede extraiiar el que a nivel de un tan acentrado pensamiento conservador no se pueda percibir la incompatibilidad epistemol6gica entre la restauraci6n etica del Antigua Regimen y la modernizaci6n cientffica de la tecnologfa industrial en el « Estado de Obras ». Pero el nivel de claridad 16gica exigida para entender la epistemologfa cientffica contemporanea resulta incompatible con niveles altos en la « escala F " del caracter autoritario (Adorno, Frenkel-Brumswik, Levinson, Sanford, 1950). Si aquf se recogen los textos de este ministro, crftico del « pensamiento espaiiol » en las paginas de « ABC ", es en cuanto exponente sociol6gico del carisma polftico que la Ciencia Moderna y la Tecnologfa Cientffica habfan de cobrar con los « tecn6cratas " en el poder. * * * Si extremasemos el rigor de los terminos mas alla del cli· che periodfstico socialmente establecido, deberfamos matizar radicalmente el sentido de ese substantivo y adjetlvo que es « tecn6crata •. Propiamente, Lopez Rod6 es un « tecnocrata de la Organizaci6n Cientifica » proyectandose polftica y burocraticamente sabre el campo de la Economfa Polftica, respecto de cuya « ciencia » y « tecnologfa » era, profesionalmente, un • amateur». Propiamente, la « raz6on tecnocratica • del autor del • crepusculo de las ideologfas " es pura ideologf a tecnocratica basada en el mas radical amateurismo a nivel de Ciencias Sociales. Si queremos escuchar un discurso autenticamente tecnocratico a nivel de la aplicaci6n polftica y econ6mica de la tecnologfa cientifica contemporanea, debemos reproduir las declaraciones 110
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