CAR1LOS MOYA los mas fntimos del regimen de Franco, pero esta afirmaci6n merece ser objeto de un cuidadoso analisis. Ahora bien, si el Opus Dei no es un partido politico ni un grupo de presi6n, es indudable que constituye un vivero de intelectuales tendente a producir, por selecci6n natural, una elite no solo en el terreno de la politica, sino en todos los aspectos de la vida, especialmente en las profeslonales. Esto lo logra de dos maneras: atrayendo a personas cuyos dones naturales les llevan a evitar la mediocridad y animando a aquellos que se unen a la Asoclacion a dedicarse decididamente a triunfar en el servicio, viviendo las virtudes de castidad y pobreza para reforzar esa dedicacion. (En la practica, la forma de vivlr la virtud de la pobreza es que el patrimonio de los miembros del Opus Dei que permanecen celibes pertenece al Opus Dei, reci• biendo ellos el dinero que corresponde a su "status" social). Serra sorprendente que esta combinaci6n de circunstancias no diera orlgen a una elite natural " (Crozier, 1969, II, 243-246). La presente cita ha de tomarse como lo que es: el juicio de un cronista hist6rico de la ·politica contemporanea espaiiola, cuya biograffa « Franco », lanzada en formato de bolsillo por una editora nacional, ha tenldo un gran exito. Por lo demas, el problema de la dimension polftica o no del Opus sigue slendo una « cuestion disputada », en terminos politicos y teologicos, con una resonancia que ha alcanzado masivamente a la opini6n nacional. Anteriormente hemos enunciado algunas hipotesis sociologicas sobre la genesis y desarrollo de este movlmiento religioso-secular - uno de los fenomenos mas relevantes que se han producido en los ultimos treinta aiios de la historia espaiiola -. Lo que desde ya se puede decir - y por ahora nos basta - es que tal movimiento va a tener un impacto decisivo para la racionalizacion tecnoburocratica del Estado espaiiol y de la economfa espaiiola en su salto hacia un • Capitalismo Organizado • internacionalmente viable. Un hecho reconocido por la propia opinion publica de los medios politicos del pars, que ha nacionalizado el ambivalente termino de « tecn6cratas ,. para designar a la nueva elite polftico-burocratica que va a cristalizar con el paso de los hombres del Opus Dei en el Gobierno. Oue de 1957 a 1972 mantendrfan la continuidad de una serie de equipos y lfneas de gobierno, hacienda posible la consolidacion de la Administracion-Publica como poder relativamente aut6nomo. El lanzamiento periodfstico de la palabra « tecnocracia ,. iba a acuiiar en los medios polf ticos la conciencia de la aparici6n 104
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