CARLOS MOYA Publica norteamericana - desde el New Deal de Roosevelt a la Guerra Frfa - iba a resolver sus enormes demandas de nuevo personal burocratico mediante la maslva entrada de cuadros gerenciales procedentes de la empresa privada. En ausencia de uha tradici6n burocratico nacional como el Civil Service ingles o el Staatsbeamtentum aleman - hist6ricamente incompatible con los ideales americanos -, el propio ideal democratlco empresarial de la gerencia de los negocios, raclonalizado te6ri• camente como « gerencia y organizaci6n cientffica » darfa la solucl6n a una situaci6n cuyas puras necesidades cuantitativas desbordan el personal publico admlnlstrativo ya existente. Con la avalancha de los nuevos gerentes a la Administracl6n Publica americana esta sufrirfa autentlca revoluci6n. Toda la practica gerenclal y todos los principios de la organizaci6n de la corporaci6n privada se encarnarfan en la Nueva Burocracia Publlca Americana. El Estado Americano, de ambito polftlco-legislativo del mercado libre nacional, se convertfa en Estado Administratlvo (Waldo) de las grandes corporaciones empresarlales « multinacionales », asumlendo, en funci6n de su propla 16gica expanslva de dominaci6n raclonalizadora, los propios criterios de racionalizaci6n burocratica de tales empresas. Asf la nueva maquinaria burocratlco-empresarial corrige los clasicos lfmites de la Burocracia Publica racional con esta dinamica permanente de autorraclonalizaci6n y autodepuraci6n, en la que la vieja dialectica del poder estatal nacional se ha sustituido por el control rentable del mercado mundial. (Vid. Moya, 1972). « La idea de un gobierno de tecn6cratas es muy antlgua. La palabra en sf vino de Norteamerica despues de la Primera Guerra MI.Jndial,pero la idea se remonta a los comienzos del siglo XIX en Francia. El primer profeta de los tecn6cratas fue el excentrico conde de Saint-Simon, quien se inspir6, en parte, en la « Ecole Polytechnique ,. que, desde entonces, ha sido un plantel de tecn6cratas y profetas de la tecnocracia. Saint-Simon vefa una nueva Edad de Oro en la que la vida podrfa ser medida y controlada en terminos cientificos y no metafisicos. Crefa en "el gobierno de las cosas y no de los hombres", y defendi6 la idea de que el Estado debfa ser regido y planlficado por expertos clentfflcos, industriales, banqueros ». ( ••• ) el exito de laissez-faire del siglo XIX pareci6 negar la necesidad de una planificaci6n centrallzada. Pero con la quiebra del sistema capitalista en los arios veinte y la evidente incapacidad de los partidos polrticos para resolver el ,problema, la Idea de planificaci6n volvi6 a gozar del favor de los intelectuales en Francia, lnglaterra y otros paises. En Francia la Polytechnique volv16 a ser el centro de 100
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