Interrogations - anno IV - n. 9 - gennaio 1977

PODER SOCIAL EN AR:GENTINA impenetrables, determinando la aparici6n de dos paises y dos fragmentas sin aptitudes para una integraci6n. * * * Agostada y esmirriada la fracci6n constituida por los ricos del campo, conge.lados .Io politicos en sus pequefios feudos de dominio, la Argentina que surgi6 de las cenizas del peronismo en 1955 realiz6 varios intentos infructuosos de reconstituci6n. El poder pas6 a ser una serie de fragmentas y un aglutinamiento de intereses dispersas, en un abismo cada dia mas vado y .por ello mismo, confiriendo a sus organos - los organos del poder - una capacidad de ejercicio cada vez mas indiscriminada, sin contrapesos ni contrabalanceos y, por contrapartida de su violencia, sin un horizonte claro hacia donde marohar. Alternativamente, cada uno de los sectores analizados intent6, no una sino varias soluciones, dando apoyos alternativos a las otras fuerzas y procurando beneficios que resultaban siempre expectativas engafiosas. A veces los politicos se recostaron en los mHitares y los sectores administrativos; ora los ricos del campo intentaron momentaneos escarceos con las Fuerzas Armadas, siempre desbaratados por la antinomia de intereses entre la propiedad del Estado y los beneficios que esperaiban obtener ,de las rentas oficiales en materia de créditas y divisas para importar tecnologia agraria; ora los sectores administrativos coquetearon con los ricos del campo o los ricos de la ciudad. En una Babel de agrupamientos y reagrupamientos y en un laberinto sin .fin de caminos contrapuestos, durante 18 afios la alternancia en el poder trajo breves empellones, !argas detenciones y como secuela final un prolongado desconcierto f.rente a la cosa publica, para llamarla de algun modo. Los sectores otrora dinamicos y emprendedores, aparecian desquiciados, cansados, agotados. Los politicos, por que a pesar de los 18 afios trasourridos no pudieron restablecer el dialogo generacional y, ademas, vieron sucesivamente interrumpidos sus intentos de recomponer sus cuadros en ·sucesivas oleadas de marginaci6n y clausura. En dos oportunidades y por causas diferentes, resulta,ron superados por el es,tamento administrativo encabezado por las Fuerzas ~rmadas: la primera con Arturo Frondizi, debido a que su anuncio de « movimiento popular integrador » fue una suerte de parchadura al estilo justitista, esta vez con el apoyo de los sectores universitarios soi disant de i~quierda, desembocando en un desquiciamiento general cuya base qued6 al desoubierto en los 31

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