Interrogations - anno IV - n. 9 - gennaio 1977

PEDRO B. BARCIA hacen un programa divergente, pero al unisono. Nadie cuestiona ,al régimen, o al menos nadie relevantemente importante. La paz renace. El fi.el de la balanza descansa en un militar. Pero la parchadura tampoco funciona. Ni siquiera la guerra mundial - socorro de la crisis que enfrentan los ricos del campo con su baja de producci6n, la ,difici1lsalida de sus granos y su carne - consigue recomponer la crisis agricola del pais. El estancamiento de sus indices de producci6n constituye un freno a su crecimiento y esto ya se vive como una caida. Los ricos del oampos no han abandonado la ciudad, tampoco sus campos. Pero inician, entonces, una aceleraci6n del proceso de trainsferencia de sus bienes y utilidades desde el agro a las actividades urbanas. Esta migraci6n, con todo, es pequefia en proporci6n a la demanda de construcci6n, servicios, incipientes industrias, ifinanzas, que en forma creciente tiene la sociedad, reclamando para ellas nruevas inversiones. Corno no llegan capitailes del exterior por :que estân comprometidos en forma global en los gastos derivados de la contienda mundial, el Estado comienza a cubrir el déficit. Lo hace sin renuencias, con una suerte de jolgorio y hallando buenas justifi.caciones en todo el marco que lo rodea. Bajo el gobierno mâs conservador, el de Ramon S. CastŒo, a comienzos de la quinta década y con muy pocos afios de distancia con el peronismo, se crean las flotas mercantes fluvial y maritima del Estado, se echan las bases de la aeronâutica estatal comercial, se aceleran todos los procesos ,de inversiones en fabricas del Estado, incorporadas al âmbito del Ejército. Se inicia asi un proceso de nacionalizaciones que no tendra din hasta varios afios después, alimentando las fauces sedientas de [a creciente burocracia del Estado, desesperada por incorporar bienes y patrimonios al alcance de su mano. Pero todas estas medidas, adoptadas por un gobierno que, esquemâticamente vendria 1 a continuar la soluci6n uriburista (acuerdo forzado entre los sectores disidentes) en realidad muestra el agudo fortalecimiento del sector administrativo, en detrimento de los restantes grupos de la sociedad. Los ricos del oampo, que han visto menguado su papel social y politico a fines de la tercera década, que han sido paraHzados en su crecimiento a pesar de la Guerra Mundial como resuiltado del abandono y olvido del Estado que les di6 vida, perdiendo asi S1U patrocinio programâtico, financiero y econ6mico, carecen ahora de fuerzas, iniciativa y genio creador para que la conve11si6nde su riqueza agraria en riqueza urbana impida que 22

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