PEDROB. BARCIA Superada esta ilusi6n, el propio Uriburu convoca a Lisandro de la Torre, lider liiberal de la democracia progresista, y le ofrece la presidencia que éste rechaza, pero sin subrayar en los hechos el retorno a las formas politicas tradicionales. Pero ha surgido un nuevo fen6meno. Quien se ha hecho portavoz de la desinteligencia, no tanto de un sector como de la desinteligencia misma, ha sido el Ejército. Hasta entonces ha dormido una larga siesta provinciana, conformista, con el Estado, de cuyos cuadros forma parte; ha sido una suerte de balasto colocado en las vias del poder para evitarle a este descarrilamientos muy sonados. Pero de pronto, el balasto ha pasado a ser via. Y alli, impensadamente, es donde comienza una nueva época y un sector que, hasta uno o dos afios antes de su irrupci6n, hubiera sido ut6pico como ingrediente, se convierte en el nuevo elemento de la pugna. Y asi como la via es tersa, pulida, entanto el balasto es pedregoso, duro, inestable aunque fortismo, los caminos que sirven en adelante para recorrer los caminos de los enfrentamientos seran fuertemente accidentados, inestables, poderosos. Y permanentes en su epis6dica fugacidad. El Ejército tiene por delante la alternativa de convertirse en el poder mismo o intentar recomponer el sistema, el acuerdo, la suerte de confluencia de intereses y prop6sitos que aseguraron el engrandecimiento de la Naci6n. Y al fracasar en sus ret6ricos intentas antiipoliticos, solo le queda este ultimo camino. Uriburu asegura una salida por la via constitucional. Ha barrido no solo a los que considera1ba los « politicos » nefastos sino, de paso, todo otro entovpecimiento y amenaza para el sistema: ha liquidado fisicamente al anarquismo, como en las mejores recetas soviéticas de un decenio antes, ha despejado el horizonte de cuestionadores esenciales. Esto le parece suficiente justiificativo de su irrupci6n en el Poder. Entonces llama a elecciones. ëOué ha ocurrido? ëPor qué esta brusca caida en el viejo sistema « corrupto » que anunciaba haber destruido y superado? Cuando el Ejército ocupa el poder para desalojar a los politicos actua como un elemento dentro del amplio compuesto de la sociedad, integrada por los politicos, los administradores, los ricos de la ciudad y los ricos del campo. Su ubicaci6n, coma cuadro integrainte del Estado no ofrece dudas: personifica al gruipo con capacidad de negociaci6n - y decisi6n - de fos cuadros administrativos, representa al Estado en su mas pura expresi6n, desnuda de orientaci6n y tendencias. En ese caracter intenta, en el primer momento, cons20
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