Interrogations - anno IV - n. 9 - gennaio 1977

PODER SOCIAL EN ARGENTINA mismo de los sectores intermedios junto con los industriales corhenzaba a insumir, en un momento de crisis mundial con la consecuente recesi6n agraria, gran parte de los esfuerzos tanto econ6micos como politicos del Estado que antes se dirigfan al agro. 1930 sefiala el comienzo de .una paralizaci6n ,que, a la larga, se traduce en una constante declinaci6n relativa del valor y el producto del agro dentro del conjunto de la economia. Y, paralelamente, una constante y relativa disminuci6n del pape! social q_uejuegan Ios ricos del campo en el ambito de la sociedad y, atm, en el ambito polftico, al tiempo ,que crece el papel del Estado como padrino - 6 padre - de otras actividades, muchas de ellas cumplidas por su iniciativa y en su propio ambito. En ese momento, Ios ricos del campo se arrojan con desesperaci6n sobre el centro mismo del Poder, quiza con la esperanza de retener una parte del bien que han comenzado a perder: Ios jugosos beneficios de sus campos, la influencia social y administrativa, el prestigio social declinante. * * * Los ricos del campo se arrojan sobre las posesiones recientes de un sector - el politico - que ha sufrido di-versos percances en Ios decenios previos. Los partidos politicos modernos argentinos se generan dentro mismo del proceso que convirti6 al pais en moderna potencia agraria. Cuando hacia fines del siglo pasado arriban al pais crecientes olas migratorias europeas y se afirma el poder del Estado sobre toda la amplitud del territorio nacional, cuando comienza a processarse una propiedad agraria de caracter utilitario y no de mero prestigio social, y el puerto de Buenos Aires pasa a competir con las plazas cerealeras mas fuertes -del mundo, el aparato existente para administrar ese Estado, conducirlo y asegurar su crecimiento y vigencia, resulta obsoleto. Con gran intuici6n, unos 30 afios antes de la gran eclosi6n de este proceso, hacia 1853, después de la caida de la tirania rosista, una generaci6n altamente ilustrada articul6 un sistema constitucional que resultaba apto para receptuar el proceso politico que seguirfa. Pero los aparatos propiamente dichos resultaban obsoletos. Los partidos politicos de la epoca, entre 1853 e 1880, res,umian todavia las formas primitivas de la organizaciôn pueblerina; Ios sistemas de cooptaci6n se limitaban a débiles estructuras de canalizaci6n y privaiba, sobre todo el aparato, un caudillismo casi tribal. En la cuspide, sin embargo, existian figuras de relieve, suerte de visionarios, capaces de hacer concordar 15

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