PODER SOCIAL EN ARGENTINA hacerse de recursos en necesidades extraordinarias o dar mayor impulsa al progreso y la prosperidad del pais ». El Estado necesitaba recursos y echaba mana de las tierras. Las malvendia 6 las regalaba, pero se aseguraba una fuente constante de impuestos, cada afio creciente. En Buenos Aires el comercio asociado al Estado pagaba impuesto. Pero en el interior del pais, donde estaban las tierras, no habia un alma (ya que los indios carecian de alma, es decir, de fuentes productivas imponibles). Era preciso que apareciera un « duefia » para que pudiera contribuir al erario pûblico. Se otorgaba entonces, entre los « amigos » de Buenos Aires « <liez leguas de tierra al oeste del Rio Salado » 6 del Rio Cuarto 6 de la Sierra tal 6 cual. Y a veces eran cien leguas, 75 6 270 (una legua de campo equivale aproximadamente a unas 2.000 hectareas). En un territorio muy grande las concesiones hechas por lo general, a comerciantes de Buenos Aires, daban ingresos mas que suficientes para hacer frente a las erogaciones presupuestarias, integradas en su mayor parte (hasta el 95 par ciento) par los salarias de los altos funcionarios y administradores. Los « beneficiarios » de esta t6mbola de la tierra probablemente morian sin haber ni siquiera conocido sus imperios terratenientes, ignorando los limites y la topografia, sin haber extraido <le ellas la mas minima lonja de carne ni el mas pequefio grano de cereal: quien campeaba en sus propiedades era el indio, sin ha.bitos agricolas 6 ganaderos, cuando no la mas angustiante soledad. Tampoco eran biene en expectativa, ya que no se imaginaba extraer provecho de él. Constituia, llanamente, un titulo de prestigio social en una sociedad hecha sobre las pautas de conducta europeas, imitadas sin elaboraci6n alguna. De este modo obtienen tierras los comerciantes de Buenos Aires (tenderos, mesoneros, intermediarios de toda lava, funcionarios pûblicos, etcétera): los Anchorena, Ba11..1drix 1 Barrancos, Bustos, Diaz Vélez, Dorrego, Excurra, Gallaro, Gaona, Lynch, Guerrico, Ortiz Basualdo, Pen.a, Pinto, Quiroga, Saenz Valiente, Villanueva, Zellarrayan y otros por no mencionar sino la linea .que mas continuidad en el tiempo y mas resonancia alcanz6 posteriormente. ,Sus posesiones datan de la tercera década del siglo pasado, pero sus beneficios fueron efectivamente nulos hasta mas de media siglo ,después, cuando llegan a expensa de la gran transformaci6n demosocial operada a partir de la « guerra al mal6n » (guerra al indio) mediante las « .Campan.as del desierto » desarrolladas en las pos11
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