- TROTSKI Y ESPANA sobre todo, al P.O.U.M. y a sus dirigentes. Se diria que forman parte de la herencia que les legô y que no pueden recusar. Hace pocos afios, la Liga Comunlsta (secciôn francesa de la IV Internacional) reeditô un folleto escrito en 1939 por un mil1tante trotskista de origen polaco, que estuvo por lo visto en Espafta durante la guerra civil. e,Qué puede decirse de su contenido? Repite -desde luego, con menos valor literario y menor talento polémico- lo que ya habla afirmado y repetido Trotski.Qualts pater, talts filius. Si, de tal palo ta! astilla, segun dice un vlejo adagio castellano. De todas formas, el autor del folleto hace gala de una mayor petulancia, cual siempre suele ocurrir con los neôfitos que quieren mostrar su celo. Veamos algunos botones de muestra, harto elocuentes respecto a la mentalidad de los trotskistas del pasado y del presente: «La IV Internaclonal puede por tanto afirmar con razôn: hemos previsto todo eso» (5). «Sôlo el trotskismo, es decir, la polltica bolchevique de la IV Internacional podia salvar al P.O.U.M. y abrirle amplias vias. [ ... ] La IV Internacional le propuso su programa» (6). «Para vencer a Franco era necesario una direcciôn revolucionaria, o sea un partldo» (7). «Una pol1tica revolucionaria podfa hacer penetrar 'la peste bolchevique' incluso entre los elementos mâs atrasados y mâs reaccionarios. e,No se vio durante la revoluci6n rusa c6mo incluso los destacamentos cosacos se pasaban al Ejército rojo?> (8). Y como remate, el leitmotiv de siempre: «La IV Internacional, de las derrotas del proletariado, llevarâ. a éste a grandiosas victorias> (9). No obstante el aire iluminado que el trotskismo suele presentar, éste nos aparece como una especie de hombre de Neanderthal, un pithecantro-pus prehistôrico a causa de su anacronismo, de su fidelidad al pasado. Y en nombre de ese pasado, que ldentifican con una supuesta verdad marxistn-Ieninista, anatemizan, condenan, excomulgan con suma facllidad. Lo que mas llama la atenciôn en la literatura trotskista es su mimetismo. Por lo que conclerne a la revoluc16n espaftola, en particular refiriéndose al P.O.U.M., las acusaciones de todos ellos son las mismas de Trotski, los argumentos coinciden exactamente con los de Trotski, hasta las expresio~es empleadas (5) M. Casanova: La. «verre d'Espagne, Cahiers de la IV Internationale, Paris, enero de 1971, pég. 43. (6) Ibfdem, pég. 37. (7) Ibidem, pég. 11. (8) Ibidem, pég. 9. (9) Ibidem, pég. 45. 69
RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==