Interrogations - anno III - n. 7 - giugno 1976

TROTSKI Y ESPANA mientos y no de Divisiones y poniendo en un mismo plano la caballeria roja y la aviaciôn italo-germana en cua nto a su eficacia. Verdad es que también afirmô que si «al tren te de la Espafia republlcana se hubieran encontrado Ios revolu cionarios y no Ios agentes poltrones de la burguesia, el prob lema del armamento nunca hubiera jugado un papel prepondera nte> (4). i,Es que era suticiente el verbo revolucionario para hac er trente a un Ejército moderno, bien pertrechado, como lo tue entonces el tranquista? Para él, sin duda si; el verbo que t enia que corresponder a un programa detinido, detallado, escr 'ito negro sobre blanco, sin lugar para la improvisaciôn, ya que para Trotski la revoluci6n era algo puesto en ecuaci6n y que debe desarrollarse con la misma implacable lôgica que una operaciôn algebraica. Sin embargo, se ha visto que en toda re voluciôn, como en la vida misma, cada dia y a veces cada hora exige improvisaciones, soluciones inesperadas para poder en trentarse con problemas nuevos que no dejan de produclrse y q ue nadie puede cod1tlcar. Por tanto, segun él, lo que talt6 en la guerra civil esp aftola no tue el armamento adecuado, slno un programa y el a.gente encargado de apllcarlo, es decir, un partido revolu cionarlo. jAhl, pero un partido revolucionario con una polltica jus ta: en una palabra, un partido bolchevique-leninista. Est e tue en todo momento el ritornello lncansable de Trotski. Lo de la , poutica justa se halla en cada pagina suya, pero sin q ue jamâs nos baya aclarado en qué consiste realmente. lEs acertar en la actuaci6n lnmediata, al igual que el tirador atina en la diana? é,Es ver cumplidos suceslvamente todos los objetivos p ropuestos con antelaci6n? é,Es, pura y simplemente, triuntar? S i lo justo . de una poutica ha de basarse en sus etectos prâcticos , entonces se trata de simple pragmatismo y William James habrâ de reemplazar a Carlos Marx. Asimismo habrâ que cree r, en tal caso, que Trotski, predicador incansable de la Hamad a polltica justa, jamâs logr6 practicarla, puesto que al cabo de cuentas tue el eterno derrotado desde que se le escap6 el pod er de las manos en la Uni6n Soviética. i,Quién tuvo entonces un a polltica justa, Trotski el vencido o Stalln el vencedor? é,Y d e qué le sirvi6 luego su polltica justa, ya que tue incapaz de crear en torno suyo un verdadero movimiento revolucionario? El esplritu critico de Trotski tue agudo y permanent e, a la par que incansable. Puede decirse que critic6 todo y a todos. Ahora bien, ese espiritu critico se detenia subitamente en (4) Trotski: Escrltos sobre Espa.na, pâg. 183. 67

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