Interrogations - anno III - n. 6 - marzo 1976

GABRIEL MADAJULAU (durante muchos afios, posteriormente, mtnlstro del Interior de P~rôn), con el apoyo del dirigente comunista del gremlo de la Carne José Peter; la otra, encabezada por Francisco Pérez Leirôs, socialista, y que cuenta asimismo con el apoyo de algunos gremios controlados por el partido comunista. La de Domenech (CGT-1) pierde las elecciones a tavor de la de Pérez Lelrôs (CGT-2). Una y otra CGT se expulsan mutuamente y constltuyen direcciones separadas. Descalabro de un movlmlento AL LLEGAR en 1943Ios mmtares al poder e iniclarse un movlmiento de caracter naclonalista, uno de los postulados que se esgrime es el de la unldad «pueblo-ejército,. Fuertes corrlentes simpatlzantes con el Eje domlnan al Ejérclto argentlno. La impronta de muchas de las medidas adoptadas a partir de 1943 reconocen su inspiraciôn ora en la Espafia de Franco, apenas nacida y salida de la guerra civil por entonces; ora en el réglmen de Mussolini; ora en la Alemania nazi. Pero el slgno dominante es el nacionalismo vernâculo, de color y signo mazorquero hecho a los ponchazos, inorgânico y primitlvo, inventado de suposiciones. Una tentativa de «nacionalizac16n, de todas las formas de vida social y una urgente necesidad de encontrar alguna base de apoyo en la opin16n pûblica acerca cada dia mas a Ios principales personeros de la gest16n m111taral trente del goblerno, con diversos sectores del dividldo movimiento obrero. Un sector de la CGT-1 aparece entonces dispuesto a negociar con los nuevos jefes del poder. Para aceptar, era preciso tragar tuertes p1ldoras que, hasta entonces, aun dividido y maltrecho, el movimiento obrero no habla admitldo: solidaridad con cierta Unea inernacional (el neutrallsmo) que implicaba, de hecho, un silente allneamiento con las fuerzas del Eje. El movimiento obrero, sin distinciones, habla sido deflnitivamente antinazi, prorrepublicano en la guerra civil espafiola; si se exceptûa a los comunistas, siempre zigzagueantes en cuestiones vitales. Una aceptac16n de colaborac16n con la dictadura surgida del golpe mmtar del 4 de junio de 1943, implicaba revisar toda esta poutica, pero abrla amplias expectatlvas en torno del poder. Y el grupo que encabezaba Borlenghi h1zo borrôn y cuenta nueva de sus posiciones para optar en tal sentido. 50

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