Interrogations - anno III - n. 6 - marzo 1976

SINDICALISMO PERONISTA intenta la creaciôn de la primera central, la Federaclôn de Trabajadores de la Repûblica Argentina, de inspfraciôn socialista; Los ànarquistas la rechazan y atacan, fortaleciendo sus propias organizaciones no centralizadas, hasta que en 1901, después de haberse disuelto la primera y haberse creado una segunda (Federac16n Obrera Argentina), anarquistas y socialistas coinciden brevemente para la constituciôn de una tercera central que conserva el nombre de la anterior: Federaciôn · Obrera Argentina. La uni6n dura poco. Los anarquistas obtienen la mayorla y los socialistas se esclnden para constltuir la Un16n General de Trabajadores, de muy escasa duraciôn. La Federaciôn Obrera Argentina, posterlormente Federaciôn Obrera Regtonal Argentina (FORA), prosigue su lucha y en su quinto congreso adopta una definiciôn anarquista. En 1930 la dictadura del general Urlburu ataca violentamente a las organizaciones sindicalistas y anarquistas. El movimiento es, estrictamente, quebrado y destrozado por la persecuciôn. Habla salido con fuertes pérdidas pero estructuralmente sôlido, de las persecuciones desatadas a comienzos de las décadas de 1910 y 1920 y su crecimiento parecia constante y sôlido. Uriburu, de un modo categôrico y sin altemativas, quiebra la organizaci6n, encarcela y fusila a los m1litantes, disuelve las organizaciones y las prohibe. Mientras tanto los socialistas, que también han soportado fuertes pérdidas en la embestida de la represi6n, dan cuerpo a la Confederaci6n General de Trabajadores, cuyas bases han sido colocadas en 1929, un afto antes de la llegada de Uriburu al poder. El primer congreso de la CGT lo convoca una comisiôn cad hoc, constituida pocos dias después de que Uriburu asumiera el gobierno, pero el congreso en cuestlon no llega a celebrarse hasta 1936, cuatro anos después de que Urlburu hublera cedldo el gob1erno al nuevo régimen constitucional. La CGT coexiste con los restos del movimiento obrero sindlcaUsta y anarquista. La FORA se rehace y alcanza a tener presencia en los gremios gastronômlcos, portuarlos, conductores de taxis y cam1ones, algunos sectores de la construcc16n como los plomeros, construcctones navales, etcétera. Paralelamente, la Un16n Slndical Argentlna (USA), ejerce su lnnuencla sobre los telefônicos, obreros del tabaco, algunos sectores de la construcciôn y otros del agro. La vida de la CGT es râpldamente puesta a prueba por las d1v1s1onesInternas. Hacla comlenzos de la década de 1940, se insinûan dos tendencias: una encabezada por José Domenech, que cuenta entre sus adherentes a Angel Gabriel Borlenghi 49

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