GABRIEL MADAJULAU Paralelamente con estas definiciones y manifestaciones, el slndicallsmo argentino presenta expresiones de matices que habitualmente se dan en denominar 1deol6gicas, que resultan muy curiosas. As1, por ejemplo, el Comando de Organizac16n (C. de O.) -estructura de choque sostenida por el ala mas extrema de los sindicatos- pega en las paredes de Buenos Aires retratos de Primo de Rivera, de Juan Manuel de Rosas (tirano argentino del siglo XIX) y del comisario Villar (jefe de pollcia asesinado hace cerca de un aflo en un atentado terrorista). Al mismo tiempo, directivos de la Federac16n de Luz y Fuerza visitan frecuentemente a los tradeunionistas britânicos, a los sindicalistas socialdem6cratas alemanes y a los sindlcallstas de Fuerza Obrera de Francia, siendo recibidos como chermanos, y ccamaradas,, al mismo tiempo que remiten- un telegrama de profunda condolencia por la muerte de Franco a sus pares de Espafia y aceptan una 1nvitac16n yugoslava y otra coreana o cubana, para participar en seminarios formativos de dirigentes sindicales ... Quizâ resulte una presunci6n arriesgada, finalmente, lmaginar ideolog1a alguna en este pastiche amorfo e 1ncoloro y bien pueda representar un oportunismo sencillo e lngenuo o bien la fiel copia de los comportamientos propios de los ccom- .promisos de Estado,. Un poco de historia UN OBSERVADOR desprevenldo podria tomar estas manlfestaciones diversas como sintoma de inmadurez propla de un movlmlento carente de experiencia, de una organizaci6n nova.- ta. Sin embargo, aun si presclndlmos del hecho de que el sindicalismo peronista cuenta ya con 30 afios de existencia, el sindicallsmo argentlno tlene una antigüedad que supera holgadamente el siglo, a contar desde la fundaclôn de la primera Sociedad Tipogrâfica Bonaerense, en 1865. A fines del siglo pasado, el desarrollo de las primittvas sociedades de ayuda mutua artesanales y el proplo movlmlento gremlal de los t1p6grafos, habian alcanzado una extensi6n importante. Las corrlentes diversas que se manifiestan en el movimiento obrero europeo en esa época, encuentran, casi sin excepci6n, su réplica en el Rio de la Plata. Anarquismo, socialismo y slndicalismo, son las principales ramas que reunen un conjunto mas amplio y diverso de orientaciones. Hacia 1892 se 48
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