ANDRES DOS! el Evangelio o el Talmud. De ah1, pues, la importancla de su deformac16n constante, presentada en forma de informa.ciôn, al atribuir al partido comunlsta espafiol una lmportancla capital, como si Espafia no pudiera existir sin la presencia del mismo. La lectura atenta de este dia.rio durante el breve periodo comprendido entre la enfermedad del fallecido general Franco hasta la constituci6n del primer gobierno del reinado de Juan Carlos, confirma con creces cuanto acabamos de decir. Lo que ignoramos es si se trata de una actitud deliberada del periôdico o pura y simplemente de la postura adopta.da en estos ûltimos tiempos por su envia.do especial de Madrid, «monsieur> Nledergang; aunque a declr verdad tal parece que direcciôn, reda.cciôn y envia.do coinciden mas o menos en otorgar la exclusiva a los comunistas espafioles y a su secretario Santiago Carrillo, que también ha venido contando con la complacencia y ayuda de la radio y televlslôn francesas. Nos parece que el hecho ha sido fâcilmente comprobable por cuantos viven en Francia. Asimismo no es menos cierto que Le Monde· -acompafiado por otras publicaciones-, cuando deja de ocuparse de los comunistas y comenta la situaci6n general espafiola, navega en· -el mayor de los confusionlsmos. Por ejemplo, cuando muere Franco afirma que nada cambia; a la entronizaciôn del rey a.nuncia que todo puede cambiar; llega el parco indulto y escribe que no cambia gran cosa; sale en libertad cierto ltder de las Hamadas Comisiones obreras y entonces leemos que algo cambla; vuelve ese ltder a ser encarcelado y el comentario es que la s1tuac16n no sôlo no cambia, sino que se a.grava; se nombra nuevo gobierno y entonces dlce que s1, que todo puede camblar, Y, por ultimo, dicho ltder es de nuevo liberado y el periôdlco proclama que, en efecto, algo cambla. .. Mas, en todo caso, fa.cil resulta comprobar que el crlterio aj)licado es, .como por casuaUdad, en funclôn de los comunlstas. Asl, inmedlatamente de decretarse el indulto, la importa.ncla o a.Icance del mlsmo dependla, segûn el envia.do especial de Le Monde, no del nilmero de presos Uberados, ni que fuesen puestos en libertad los detenidos pertenecientes- a las distintas fam111aspollticas y sindicales de la oposiciôn antlfranquista, sino de que el lndulto en cuestiôn se apUcara o no a Ca.macho, puesto que, Niedergang dixit, «se trata de un caso simbôlico> (30 de noviembre). Al ser efectivamente liberado, dlcho sefior escribe que es «la nota mas positiva del fin de sema.na, (2 de diciembre); Hasta agrega que Espafia entera tenla los ojos puestos en esa Uberaciôn. 120
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