RENE FURTH economique et les besoins de communication culturelle. Il participe ainsi a cette « revolution culturelle > qui vise la transformation de tous les rapports sociaux. La place de cette revolution culturelle dans !'ensemble du processus revolutionnaire appelle un autre debat, qui lui aussi s'insere dans la discussion generale sur la posterite de mai 68. Ce n'est par la revolution, mats cela peut etre la progression de la revolution sur un plan de la realite, et le point ou elle sera parvenue quand des remous secoueront d'autres plans a son importance. Une dernlere consideration annexe : le federalisme, qui est reste longtemps en France une idee abstraite et sans impact sur les aspirations et les comportements politiques, commence a prendre corps. C'est la aussi un changement qui peut avoir des repercussions a plus ou molns longue ~heance. Juillet 1975 Resumen El centralismo intransigente del Estado trances provoca una reststencia cada vez mayor en las regiones -ya no se dice «provincias»- donde sub sis ten lenguas «minoritarias»: Occitania, C6rcega, Catalufia, Pais va.~co, Bretana, Flandes, Alsacta . .. La 1eivindtcaci6n regionaltsta se basa ante todo en argumentos culturales: reacci6n contra una politica sistematica de astmilact6n, que condena a la extinct6n lenguas que produjeron grandes obras y que todavia sirven de media de comunicaci6n cotidiana a una parte tmportante de la poblact6n en las regiones en cuestt6n. Despues de 1950, bajo la tnfluencia sabre todo del movimiento de descolonizact6n, la reivindicact6n econ6mtca viene a reforzar el combate ltngufstico y cultural. La protesta contra el subdesarrollo de las regiones denominadas pertfertcas acarrea una neta polttizaci6n y la izquterda de los movimtentos regionaltstas busca sus argumentos en el «nacionalismo revolucionarto» de los pafses del Tercer mundo. Ast se ha tntroducido el tema del «colonialfsmo interior». · Mayo de 1968 y sus prolongaciones aportaron un nuevo dinamismo a las luchas regionalistas, con la impugnaci6n de la cultura dominante, la crftica de la vida cotidtana, la defensa del espacio natural contra la industria contamtnadori,; y el ejercito, la tncrtminaci6n del aparato polttico, etc. Se multiplican las referenctas a un socialismo autogesttonarto. Al mismo ttempo, se intensifican las contradicctones de los movimientos regionaltstas. La reststencta al nacionaltsmo trances susctta «micronacionalismos», que ta,mbien se fundan sabre una mantpulact6n de la htstoria y la aspiraci6n a un aparato de Estado; la lucha contra el «impertaltsmo partstense» llama a la «unt6n nacional», par encima de la lucha de clases, etc. 22
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