ICAJION PUIG clô antafto. Por tanto, los campesinos, en el contexto actual de capltallzaclôn y concentraciôn que condena la pequefia propledad, al menos de secano, se deslnteresan de todo reparto lndlvldual de la tlerra. El obrero que no ha sucumbldo a la idea de emigrar y se quedô en el campo, se siente cada dia menos vinculado a la ldea revolucionarla del reparto de la tierra, avivada en los afios que siguleron a la revoluciôn rusa. Prefiere las ventajas de la condlèlôn de asalarlado: jornada de trabajo legal, salario fijo y prlnclpio de cotizaciôn de seguros sociales. A medida que avanza la mecanlzaciôn se le ofrecen mayores posibilidades de convertirse en tractorlsta o mecânico, es decir, de aproximar su condlclôn a la del obrero industrial. Pudiera ser que su concienc!a de clase resulte inferior a la de sus padres, que lucharon por la revoluciôn agraria. Hoy por hoy, Ios campesinos no son ya la fuerza revolucionaria que rue en Ios afios anteriores a la guerra civil. Esto no quiere decir que con el tiempo, consolidada su s1tuaci6n de asalariado, no renazca su conciencia de clase y se incorpore decididamente a la lucha social. Pero, repetimos, esta lucha presentarâ aspectos totalmente diferentes a la de sus antepasados y no se semejarân en nada a las agitaclones agrarias que histori6 Diaz del Moral (6). El poder de la Banca YA HEMos INDICADO, al referirnos a la industrializaciôn del pals, que el principal beneficiario ha sido el capital financlero, constituido en el grupo social mâs importante y poder mantenedor, segûn denunci6 el economista Tamames, de toda 1a estructura del sistema social vigente en la actualldad de Jl!lpa1\a Grupo social de mayor importancia y sin embargo muy poco 11a111eroso, cifrable en unas mil personas, que se encuentran en todos los consejos de administraciôn de bancos y empresa.s de indole privada. Ni que decir tiene que esta ollgarqula flnanciera no sôlo dirige la vida econôm!ca espaflola, segûn una forma de desarrollo que les interesa directamente, sino que ejerce una notable influencla sobre la superestructura polit!ca, con la que esta Intimamente interpenetrada. La Banca, a través de los mecan!smos de f!nanclaciôn y merced al crédito reclbldo del Banco de Espafia, pudo penetrar (6) Juan Diaz del Moral: Historia de Jas agitaciones campeatnu andaJuzas. Al!anza Editorial, Madrid, 1967.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==