RAMON PUIG en los primeros afios de la posguerra -para provocar las transformaciones necesarias que facilitarian luego su hegemonia. Sin embargo, hasta 1950, no obstante los esfuerzos estatales, el crecimiento fue lento, lentisimo, ya que no pudo disponer que de sus propios y escasos recursos; la economia no salia de su estancamiento a causa de la escasez de energia y de materias primas basicas, como el cemento, el acero, los metales no férreos, etc., manteniéndose la renta per capita por debajo incluso del nivel de 1936. Pero, de todas formas, se habian sentado las bases para el boom que habria de producirse an.os mas tarde, con los consiguientes cambios estructurales. Lo favoreciô el enorme desarrollo econômico que conociô el Occidente europeo a partir de 1950, que no dejô de reflejarse en Espafi.a con el habitua! retraso; la coyuntura internacional en general permitiô que el régimen franquista saliera de su anterior aislamiento. En 1951 recibiô los primeros créditos norteamericanos, sin duda todavla poco elevados pero que significaban un cambio de los Estados Unidos respecto a Espafi.a. Y en septlembre de 1953 se suscribieron por parte de ambos paises unos acuerdos merced a los cuales, a cambio del estableclmlento en territorlo espafi.ol de unas bases aéreas y navales, el gobierno de Washington facilitaria al de Madrid ayuda militar, econômica y técnlca. La ayuda econômica de los Estados Unidos a Espafi.a hasta mediados de 1963 -practicamente su final- alcanzô, entre donaciones y préstamos, la suma de 1.148 millones de dôlares, a los que cabe afi.adir 36 millones mas correspondlentes a aslstencia técnica y fletes. Comparado con lo recibido por otros paises europeos -Alemanla Occidental, Italia, Francia, etc.-, lo otorgado a Espafia no fue muy elevado, pero permitiô al régimen salvar sus necesidades mas elementales. Por ejemplo, pudo suprimir la cartilla de racionamiento. Se llevô a cabo en aquellos afi.os una ofensiva del capita.- lismo espafiol y extranjero contra la autarquia y el papel preponderante del Estado, caros a los falangistas. Uno de los que mas se esforzô en esta Jucha en favor de la «libertad, econômica, es decir, en liberar al capitalismo de toda traba y control estatal, fue el sen.or Calvo Serer, miembro eminente del Opus Dei y en la hora actual miembro no menos eminente de la Hamada Junta Democratica que preside Santiago Carrillo, secretarlo general del· Partido Comunista de Espafia. Mas peso tuvo sin duda la intervenciôn del embajador norteamericano de entonces, John Lodge, que en un discurso pronunclado en la Feria de Barcelona, en junio de 1956, pidiô medidas de Iibera34
RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==