Interrogations - anno II - n. 4 - settembre 1975

ESPA.NA 1915 impuestos por las exigencias de la detensa del pais o que se d11'1janal desarrollo de nuestra autarquia econ6m1cat. A dectr verdad, después de las destrucctones sutridas por la lndustrta y el empobrecimiento general de la economia como consecuencta de casi tres afios de guerra civil, asl como a causa del aislamlento en que se hall6 Espafia durante la segunda guerra mundial, unicamente la intervenc16n directa del Estado en la economia del pais podla superar la dit1cil situac16n, supllendo asl la carencla de la burguesia. Ahora bien, es indudable que esta intervenci6n del Estado sirvi6 directamente los intereses de la burguesla 1ndustr1al, incapaz en aquellos momentos de iniciar por st misma el proceso de industrial1zaci6n, que en un principio se proponia s610, como hemos visto en la declaraci6n de principios del INI, desarrollar los recursos econ6micos disponibles hasta obtener un elevado grado de autarquia, es decir, una amplia autosutlciencla econ6mica trente al exterior. (Sin duda esos afanes autârqulcos se deblan tanto al aislamiento en que se encontraba Espafta debldo a la guerra mundial, como a la ideologta fascista imperante entonces merced a la influencia de Falange.) Por tanto, repetimos, no obstante la intervenc16n directa del Estado tranquista, lo cierto es que la reconstrucc16n econ6mica, prtmero, y el desarrollo de la industria, después, se llevaron a cabo baJo el creciente predominio del principal benetlclarlo, la gran burguesia industrlal y financiera. En ambas ocasiones, p&rticularmente en la segunda -la industr1al1zac16n-, se fue reduciendo de forma paulatina el peso de los grandes terratenientes y de la aristocracia feudal que no estaban vlnculados al capital financiero, estamentos sociales que como todo el mundo sabe desempefl.aron un importante papel antes de 1936, tanto en tlempos de la Monarquia como de la Republic&. En esta tarea de industrializaciôn del pais -pos1ble por la ayuda del Estado y por el aherrojamiento de la clase obrera-, la burguesla tradiclonal se tundi6 con la arlstocracla terrateniente y con el capitalismo financiero. Fac111t6 este cambio el hecho de que a partir sobre todo de los ail.os clncuenta, las tortunas andaluzas fueron abandonando el campo y se desplazaron hacla la lndustrla y las flnanzas, donde velan la poslb1lidad de obtener mayores beneficios. De esta forma var16 la composlc16n del bloque dominante en un sentldo netamente capitalista. En este nuevo bloque, el capital tlnanciero termtnO por ser la principal fuerza econ6mica, como luego veremoa, convirtiéndose por tanto en el nucleo fundamental del poder -econômico, después de haber utilizado al Estado -sobre todo

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==