Interrogations - anno II - n. 4 - settembre 1975

ESPANA 1975 al conjunto del pais, incluyendo al area rural. La guerra. civil y las peculiares condiciones internacionales e internas de los af'ios cuarenta han podido retrasar el proceso de industrializaci6n del pais, que se inici6 ya en la segunda mitad del siglo XIX con notable retraso respecto a otros paises europeos. Pero al cabo se ha impuesto, y su imposici6n define ya y conforma los rasgos centrales de la sociedad espaf'iola cada vez con mas fuerza> (1). En efecto, las nuevas estructuras econ6micas determinan un tipo de sociedad que, con Franco o sin Franco, funciona y funcionara de manera determinante; tanto es asi que reduce los problemas estrictamente poUticos a sus justas dimensiones, muy limitadas dicho sea de paso. Esto quiere decir, ademâs, que todo se plantea hoy de manera muy diferente a 1936, afl.o en el que para algunos se par6, poco mas o menos, el reloj de la historia espaf'iola. Por eso, cuantos aspiran de veras a transformar por completo las estructuras econ6micas y politicas de Espafia tendran, pura y simplemente, quiéranlo o no los nostalgicos del pasado, que partir de cero. Y es que todos los esquemas, todos los programas y hasta dirla que todas las ideologlas ya no sirven en la hora actual o tendran, en el mejor de los casos, que servir de otro modo. Resulta de veras anacr6nico y pueril continuar refiriéndose, ante los problemas del d!a, a los pensadores sociales del siglo ultimo o a los estrategas de la revoluc16n rusa. Es esto algo tan evidente que no merece mayores explicaciones. El cambio fundamental acaecido en Espaf'ia y que ha determinado la nueva sociedad, puede medirse a través de va.rios Indices: la demografla, la urbanizaci6n, el consumo privado, la producc16n de ciertas materias especificas de una sociedad desarrollada, la progresiva desaparici6n del latifundlsta, la mecanizaci6n del campo, la disminuci6n del numero de obreros agricolas, el aumento de la masa de trabajadores industriales, etcétera. Ya sabemos que las estadlsticas oficiales carecen a veces de fiabilidad, pero de todas las maneras son cie mas utilidad, para obtener una radiografla del cuerpo social espafl.ol, que la literatura politica al uso, que por lo general expresa simples estados de alma indivlduales o bien los consabidos sofismas de los grupos y grupitos politicos, empefl.ados en con- (ll Victor Pérez Diaz: «Emigracl6n y camblo en la socledad rural», articulo publlcado en 1967 y recogldo luego en su llbro Pueblos y claffs sociales en et campo espailol (Ed. Slglo XX, Madrid, 1974, pâgs. 56-57). 31

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