Interrogations - anno II - n. 3 - giugno 1975

GUERRILLAS ARGENTINAS 3.') En algunos casos resulta interesante observar que se repita el fenómeno de Yon Sosa en Guatemala: algunos dirigentes, m!lltantes o resortes organizativos, proceden de una experiencia mll!tar previa, en los cuadros de oficiales o cadetes, con formación en academias mll!tares. 4.') La representatlvidad, as! como la significación cuantitativa de las organizaciones resulta de escaso volumen si se toman en cuenta los únicos elementos disponibles de juicio que, cabe advertirlo, ni son imparciales ni alcanzan a reflejar objetivamente el macrocosmo de las organizaciones. 5.') La aproximación o vinculo o lazos con el peronismo de todas las organizaciones, muestra que paralelamente con la elección del camino de la violencia cada una a su turno ha estado necesitada de un cierto soporte de bases. En tal sentido, la guerrilla sigue el « camino de Damasco> que han seguido en épocas diversas casi todos los agrupamientos pol!ticos liberales clásicos de la Argentina, hasta el momento, con iguales resultados negativos. 6.') No parece fácil un acuerdo entre las dos principales organizaciones guerrilleras, ni podrla vaticinarse qué ocurrlrla en el caso de que una de las dos cobrara una importancia mayor de la que hasta ahora han tenido, confinada a un constante sobresalto pero en ningún momento una amenaza cierta al poder. En todo caso, el punto de las diferencias entre Montoneros y ERP es secundario en cuanto a procedencias e ldeologlas y podrla centrarse un estudio en el análisis de hasta qué punto sus directivas se han cristalizado hasta gestar grupos de poder Internos de reducida fluidez en el recambio. Al menos dos personajes (Flrmenich en Montoneros y Santucho en ERP) parecen haber subsistido a diversos desacuerdos Internos, luchas por el poder, etcétera. Pero tampoco es claro ni seguro hasta qué punto en sus respectivas organizaciones ambos comparten el poder ni siquiera cuál es el pensamiento claro y definido acerca de una probable unión. Solamente se sabe que hace algunos meses fueron detenidos en una quinta de la aristocrática localldad de Del Viso, en el Gran Buenos Aires, varios dirigentes del ERP y varios dirigentes de Montoneros. Se trataba, sin dudas, de una reunión tendiente a la conc!llaclón y al acuerdo. Esto ocurria antes de que Montoneros pasara a la clandestinidad y lo curioso resultó que mientras los dirigentes del ERP continuaban en prisión, Firmenich -previamente recibido por el jefe de la policia federal (que lo elogió nomlnándolo como «un buen muchacho nacionallsta y sano•)- salló Ubre apenas 48 horas después. Si se trataba de una reunión de 57

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