Interrogations - anno II - n. 3 - giugno 1975

GUERRILLAS ARGENTINAS dejado de nutrirlos a partir del momento en que asumió el poder -Y los fondos oficiales de otros gobiernos, si existieron como en el caso probable del «operativo Aramburu>-, se limitaron a casos particulares, tales cuadros clandestinos podrian haber tenido un desplazamiento y desarrollo muy lentos. Los golpes represivos del peronlsmo, ducho en la materia gracias a los muchos afies de ejercicio y con menos escrúpulos y con más fácil cobertura para la represión que un gobierno militar corriente, ya que la ejerce en nombre de «el pueblo•, podlan desbaratar la organización muy rápidamente. Se le atribuye al teniente coronel Oslnde haber afirmado antes de los comicios de marzo de 1973 que los guerrilleros no serian problema para un gobierno peronlsta: «Déjenmelos a mi. Nosotros los creamos, sabemos dónde se esconden; en quince dlas puedo acabar con ellos. . . Claro, habrá unos 50.000 ó 60.000 muertos, pero déjenmelos a mi.> Pero parcialmente no era el caso del ERP, con menos conexiones con el peronlsmo, fuera de los niveles conspirativos guerrilleros y munido de recursos propios y unos pequefios adicionales procedentes del extranjero. Una estimación hecha por elementos militares otorgaba a los Montoneros una falange de alrededor de 250.000 miembros, de los cuales los militantes efectivos y «en armas> no podrla pasar de los 25.000. El ERP, por su parte, era estimado en un micleo de simpatizantes de alrededor de 60.000 y un aparato estrictamente combatiente de no más de 5.000. Desde el punto de vista electoral, Montoneros aliado a Perón podla concitar alrededor de 800.000 ó 900.000 votos. Escindidos de Perón, se estimaba que esta cifra paella reducirse hasta un 30 por ciento, o sea entre 500.000y 600.000voluntades: menos del 7 por ciento de los votos alcanzados por Perón en la elección que lo consagró presidente por tercera vez. Todas estas cifras decidieron a Perón. La batalla debla darse como contragolpe, de modo que fue esperando las sucesivas definiciones de los grupos operantes (JP, JTP, etcétera) y aprovechó el momento oportuno para desencadenar la ruptura. Pero quizá se le escapó, o si lo tuvo en cuenta no le atribuyó Importancia o bien confió en controlarlo por otros medios o... no le quedó más remedio, que es lo más probable- el hecho de que mientras los Montoneros constituyen una falange paramllltarlzada, el ERP aparece como un delgado, estilizado y ágil aparato cronométrico; que mientras Montoneros tiene un desplazamiento lento, pesado, amorfo, envarado en confusas consignas y progresa a saltos desiguales e incontrolables, el ERP es pequefio, homogeneo, profesionalizado, coherente. Que mlen51

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