PEDRO A. B4.RCIA actitud más combativa de las masas, no hubo radicalización alguna. Pero lo que si hubo fue una exigencia de solidaridad a los cuadros guerrilleros Montoneros que hablan entrado en receso y constituyó una suerte de campanillazo de advertencia para los simpatizantes de la «Izquierda>. Los seis meses que siguieron se caracterizaron por un Intenso forcejeo entre los Montoneros y sus competidores en torno de Perón. Perón parece haber estado en todo momento, definitivamente, del lado de estos últimos. Quizá su resistencia a los guerrilleros fue, desde el momento que convino con el gobierno militar su retorno al pals, la misma. Pero parece haberse cuidado de poner de manifiesto esta actitud de resistencia a la guerrilla hasta el primer semestre de 1974. La táctica -siempre Inmediata- de Perón, parece haber consistido en dejar que la guerrilla diera el primer paso contra él, confiando en que este sólo mecanismo la alienarla del proceso global del pals. De todos modos, el forcejeo Iniciado entre Montoneros y «derechistas• o «lopezreglstas• culminó hacia comienzos de junio, apenas tres semanas antes de que muriera, cuando durante el acto programado por la CGT en la Plaza de Mayo, el mismo Perón procedió a echar a la columna de Montoneros y miembros de la Juventud Peronlsta. Esto Implicó la ruptura pública definitiva y fue seguida, con posterioridad a la muerte de Perón, por el anuncio de que Montoneros pasaba a la clandestinidad y retomaba su actividad guerrillera. Cifras y especulaciones L A DEcrsroNde Perón de escindirse de los Montoneros y del movimiento juvenil que le sirvió de paragolpes durante cierta cantidad de afios, que cumplió para él algunas operaclones especiales como la «limpieza• de Aramburu, Vandor, Alonso y ---{!Uleren algunas versiones- del propio José Ignacio Ruccl, no estaba desconectada de un cálculo realista que, Incidentalmente, aporta algunos datos adicionales para la evaluación de la guerrilla. Perón y sus asesores -los servicios de Inteligencia estrictamente peronlstas as! como los servicios de Informaciones de las Fuerzas Armadas- habrlan estimado que, a pesar de su resistencia para actuar, los Montoneros mantenían aún Intactos y dispuestos, aunque adormecidos, sus cuadros combatientes. Con escasos recursos económicos, ya que el peronlsmo habla 50
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