PEDRO A. BARCIA La fecha de los comicios por los cuales resulta consagrado el peronlsta Cámpora es, precisamente, el factor que Inicialmente determina una cierta disminución de las tensiones. Del mismo modo que el ERP sufre una escisión por motivos Internos pero refleja, de paso, una apertura hacia una posición más polltlca que paramilitar, los Montoneros pasan a convertirse en una fracción activa del Movimiento Peronlsta. Sin desmantelar su aparato, como podrá apreciarse más adelante, parecen confiar más en su capacidad de presión para radicalizar el proceso en favor de consignas nacionalistas (socialismo nacional es el slogan que difunden y los caracteriza) que en un abierto juego de violencia. La ola en favor de esta postura en los movimientos estudiantiles (que han logrado la Universidad y ocupan posiciones y participan de los cuadros administrativos de ella) es manifiestamente predominante. Todo el pals parece dominado por el mismo fervor y gran parte de los guerrilleros participan de esta espectatlva. Cada fracción parece dispuesta a convertirse en factor de poder, en núcleo de presión. Y el ERP queda ampliamente superado por esta espectatlva y durante algunas semanas después de la asunción del peronlsta Cámpora desaparecen casi completamente las acciones paramilitares. La misma noche en que asume Cámpora, el 25 de mayo de 1973, son liberados, indultados, sobreseldos y simplemente puestos en libertad, todos los presos, condenados o procesados por actividades guerrilleras. El desconcierto domina a la dirección más belicista del ERP as! como a los elementos más radicalizados de Montoneros. Pero los hechos están ah! y el silencio se Impone. Esas dos o tres semanas de pausa se quebraron brutalmente el 20 de Junio, al regreso de Perón al pals. Los episodios ocurridos en la autopista de Ezelza -aeropuerto al que debla llegar Perón después de 18 añ.os de exilio- provocaron la colisión al menos pública de dos fracciones agudamente antagónicas del peronlsmo. Su antagonismo radicaba, precisamente, en sus pretensiones como grupo de presión en torno de Perón y del nuevo poder alcanzado en los comicios de marzo. Formaban estas dos tendencias, por un lado los elencos de las hasta poco antes clandestinas «formaciones especiales• -las guerrillas·- peronlstas, partidarias del socialismo nacional en sus slogans; por el otro los diversos grupos Imbricados en la CGT y el aparato polltlco del partido peronlsta, cuyo jefe de aparato más visible en el momento parecla ser José López Rega, ex cabo cte la pollcla, ministro de Bienestar Social, secretarlo privado de Perón, alma mater de éste en el curso de los últimos diez 46·
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