GUERRllLAS. ARGENTINAS Las organizaciones terroristas, todas amparadas en similares consignas guerr!lleras y con vagas referencias ideológicas, proliferaron de un modo insospechado hasta entonces. Hacia 1971, una breve reseña de organizaciones y operativos cumplidos arrojaba los siguientes datos: Organizaciones: Montoneros, Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Movimiento Revolucionario Argentino (MRA), Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Ejército de Liberación Nacional (ELN), Acción Revolucionaria Secundaria (de estudiantes secundarios) (ARS), Comando Estudiantil Socialista (CES), Guerr!lla del Ejército Liberador (GEL), Vanguardia Revolucionaria Peronlsta (VRP), Comando Obrero Peronista (COP), Juventud Peronlsta (JP). Muchas de ellas aparecen superponiéndose para acciones conjuntas. Pero aparte de éstas, aparecen decenas de destacamentos, batallones, columnas, comandos, etcétera, que o bien no individualizan su participación de una de las organizaciones mayores mencionadas o simplemente aonstltuyen núcleos aislados que posteriormente desaparecen, se refunden o pasan a adoptar diferentes denominaciones. Resulta ese un mosaico de dificil y prácticamente inextricable resolución habida cuenta de los escasos elementos públicos de los que se dispone. Operativos: Desde el momento del rapto y asesinato de Aramburu, la sucesión de actos violentos va en aumento. Montoneros se adjudicará, en tiempos posteriores, los asesinatos de Augusto Timoteo Vandor (dirigente metalúrgico de la CGT, caracterizado miembro de la burocracia sindical conformista); José Alonso (dirigente de obreros del vestido, de filiación similar a la del anterior); José Ignacio Ruccl (dirigente metalúrgico y secretario general de la CGT, similar a los anteriores). También se asignan episodios de resonancia como la ocupación paramilitar de La Calera, pueblo próximo a Córdoba; Garln, localidad distante 45 kilómetros de Buenos Aires, etcétera. Esos constituyen los episodios más descollantes de los tiempos anteriores a 1975. Pero limitándose a periodos más breves Y con un propósito más sencillo de muestreo general, vale la pena analizar un lapso determinado, tomando en cuenta hechos que las propias organizaciones han admitido como cometidos por ellos. De este modo podrá evaluarse el crecimiento de las operaciones en un lapso dado. El periodo seleccionado ha sido el de marzo-Julio de 1971 y el resultado obtenido es el siguiente: 39
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