PEDRO Á. BÁRCIÁ las masas, una suerte de escepticismo muy marcado por soluciones que Impliquen un esfuerzo para planteos ideológicos mll.s de fondo. Rapto y muerte de Pedro Eugenio Aramburu M,s DE UN Año antes de que el PRT dé origen al ERP, Montoneros procede al secuestro y posterior asesinato de Pedro Eugenio Aramburu. Es curioso que la Irrupción polltlca pública de la organización se produzca en condiciones harto sugestivas por sus connotaciones polltlcas e ideológicas, como veremos a continuación. En realidad, la muerte de Aramburu tenla significado poli• tlco inmediato no tanto por el valor lntrlnseco de su figura y tradición en calidad de jefe del segundo gobierno postperonlsta del pals, cuanto por el papel Inmediato que jugaba en torno de la dictadura de Juan Carlos Onganla. El gobierno de este últl· mo se habla deteriorado en el curso de los tres años en el poder hasta el punto de que las Fuerzas Armadas -o al menos sus cabezas decisorias- comenzaron a pensar en la necesidad de acortar el término sine die que se habla atribuido Organla para su virtual reinado. Encabezada por el general Alejandro Lanusse habla surgido una corriente definldamente partidaria de soluciones liberales en forno de los problemas Irresolubles que planteaba la permanencia de Onganla en el poder. Esa corriente era, de hecho, Informada por Pedro Eugenio Aramburu. Su programa era tan senc!llo como el que, con variantes circunstanciales, se cumplió cuatro años mll.s tarde (pero ya entonces con matices estrechamente vinculados a la guerr!lla que Perón usaba como arma de doble filo para Imponer parte de sus soluciones): legalizar la presencia del peronlsmo en el pals mediante la libertad para orquestar su propio gobierno; en la alternativa, negociar de modo tal que se tentara la posibilidad de que Aramburu mismo fuera admitido por el propio peronismo como un director del Interregno que asegurara el retorno de Perón al pals, supervisara la devolución a sus deudos de lo5 restos de Maria Eva Duarte de Perón, etcétera; un compromiso para que el gobierno actuara de modo relativamente colegiado, otorgando a Perón y a Aramburu un mutuo poder de veto y consenso para las medidas de fondo a decidir (este programa que se Intentó cumplir a través de Lanusse, debió realizarse, finalmente, en dos etapas y con cambios de personajes: l.º) 36
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