Interrogations - anno II - n. 2 - marzo 1975

HISTORIA FALSIFICAVA la. malnmlse bureaucratlque, qu'on a voulu appllquer à l'expérlence espagnole, n'ont guère de rapport avec elle, car la bureaucratle étalt tout de meme blen celle de ces comités qui n'étalent élus par personne, mais déslgnés par !es dlrlgeants syndlcaux ! La incautaci6n y el contro! de las empresas se efectu6 directamente, sin necesidad de autorizaciones de ninguna especie, y sobre todo sin tener para nada en cuenta las pamplinas antisindicales de los comunistas. Estas se transformaron luego en sistematicos ataques, y ya avanzado el afio 37, el Gobierno de Negrin se prest6 a la maniobra de desarticulaci6n del nuevo orden industriai, empezando por la militarizaci6n del sector de producci6n de guerra. Asi, pues, una industria que habia sido enteramente improvisada y habia llegado a desarrollar una producci6n abundante y de calidad, se convirti6 en una suerte de merienda de enchufados gubernamentales, lo que motiv6 no s6lo el descontento generai de los obreros, sino hasta protestas de algunas autoridades, corno, por ejemplo, el presidente catalan Luis Companys, que dirigi6 al efecto una carta indignada al entonces ministro de Defensa Nacional, Indalecio Prieto. El mismo camino siguieron otros sectores claves, especialmente el de Ferrocarriles, que fue de mal en peor. He ahi, pues, el resultado del furibundo antisindicalismo de los comunistas, s6lo preocupados en reforzar el poder estatal y situar a sus peones obedientes, que a menudo eran reaccionarios o fascistas declarados. Su oportunismo recuperador lleg6 incluso, cuando todo iba haciéndose escaso y era preciso una concienzuda coordinaci6n de los servicios de avituallamiento, a defender el libre negocio de los tenderos. EL FINAL DE LA GUERRA E N OTROS varios soflamas se ocupa Carrillo de la politica unitaria, que, desde luego, fue una de Ias teclas preferidas del Partido, aunque éste practicamente entorpecia en todas partes la colaboraci6n Iograda, sobremanera en el orden sindical. Para no alargamos demasiado, vamos a referimos exclusivamente a lo que nos concierne: ... !es rapports entre el P.C. et la C.N.T. -dice- sont restés bons pendant la plus grande partle de la guerre ; pas mal de dlrlgeants de la G.N.T. ont, par la suite, après la guerre, rejolnt le P.C. Ce sont donc essentlellement !es défaltes mllitalres provoquées par l'énorme supérlorlté en a.rmes de l'adversalre, l'isolement international, !es perspectlves de nouvelles défaites. . . qui ont abouti à cette fin tragique de la Junte Casado-Bestelro. Las relaciones con la C.N.T. pudieron ser mejores y mas prolongadas, pero se estropearon en seguida porque el Partido 53

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