F. GOMEZ-PELAÈZ hizo mas abuso que en otras regiones respecto a las «requisas, milicianas -de Ias que precisamente el mismo Partido habla sido en todas partes campe6n- y se sirvi6 de un instrumento particular de recuperaci6n: la Federaci6n Provincia! Campesina, cobijo de propietarios, mas que de proletarios, que, a pesar de todo su ruido, a pesar también de la protecci6n del ministro de Agricultura -Uribe, el fen6meno que distribuy6 Ias tierras. . . cuando ya Ios campesinos Ias hablan tornado- no lleg6 a representar nada, o mejor dicho represent6 un artero prop6sito divisionista que no habra que echar en olvido. Mas adelante se nos saca a colaci6n Durruti, que, «comme beaucoup d'anarchtstes, a été un héros> y aun -es la flesta de Ias flores- Carrlllo concede que «l'héro'isme anarchtste s'est souvent mani/ esté, par exemple à Barcelone le tour du souMvement>. Pero con Ias flores vienen Ios cardos de matute, o sea el reproche gratuito de que, militarmente, Ias unidades llbertarias no sirvieron para nada. Y he aqul la expllcac16n: ... ce n'est pas par hasard si, dans les grandes batallles, notre étatmajor falsalt presque to,ujow·s appel aux unités communlstes. Une chose est vrale : dans presque toutes ces unltés communlstes, Il y avalt aussi des mllltants anarcho-syndicallstes qui combattaient très bien. Mais quand 11s étaient entre eux, dans des unités à eux, c'était !'anarchie. Quant à Durruti, c'étalt une personnallté extraordinaire. Je pense qu'll aurait pu devenir communlste, j'en suls convalncu. Mais Durruti est mort parmi ses soldats et, après sa mort, son unité n'a plus joué un rOle important. No nos corresponde a nosotros apreciar el valor militar de Ias unidades libertarlas en la guerra de Espafia, sino a qulenes, técnlcamente preparados para ello, sean capaces de hacerlo con imparcialidad. Podemos sin embargo decir que el juicio de Carrillo en la materia tiene igual importancla -o acaso menosque la de un dlplomado de la Escuela de Cabos del Quinto Regimiento, pues éste quiza no contunda tan facilmente la logistica y la tactica con la mera propaganda. c:,Quéotra justificaci6n tuvo la elecci6n de unidades comunistas en Ias cgrandes batanas,? No eran mas aguerridas esas unidades que otras muchas, pero el Estado Mayor (notre état-major) aconsejado por quienes Carrillo sabe, las escog1a para dar la impresi6n de que eran Ias mejores, Ias lndlspensables para asegurar la victoria. Asi nos Iuci6 el pelo. Puede ser oportuno recordar el caso de Guadalajara (marzo de 1937), que se cuenta entre Ias grandes batallas y tuvo, aunque no fuera mas dura que otras muchas, la mayor repercusi6n internaclonal. Se trataba de frenar el avance iniclado por el Cuerpo Expedicionario Italiano en la Alcarrla, y para ello fue50
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