SantiagoCarrillo o la historiafalsificada porFernand&oomez-Pelaez UNA JUNTA BIEN ORQUESTADA Los LIBRosde propaganda polltica proliferan hoy por todas partes. De un simple manifiesto o programa de circunstancias se hacen a veces ediciones repetidas y de gran difusi6n. Puede dudarse de su impacto en aquellos lectores que, mas o menos enterados del origen de tales publicaciones, son capaces de distinguir en seguida lo sincero o deformado de la mercancia que se le ofrece, pero no todo el publico se encuentra en las mismas condiciones, y, por consiguiente, el martllleo publicitario siempre arrastra efectos nocivos. No es nuestro objeto analizar ahora el fen6meno propagandistico en el marco de los Estados de partido unico, donde, corno es sabido, el despllfarro se opera tranquilamente con cargo al presupuesto. Tampoco vamos a ocuparnos globalmente de su aplicaci6n en los pa1ses de sistema pluralista, donde no es menos conocido que los equlpos gubernantes, aun guardando en cierto modo las formas (aparlenclas), dlsponen a su guisa de los fondos mlnlsteriales para hacerse el reclamo. Hay en estos sistemas otros circuitos que los magnates, no siempre conformes de la docllidad de sus representantes en el Poder, utllizan corno mejor les parece. A su vez los grandes partldos u organizaclones stndtcales integradas pueden disponer de caj as de caudales y, en caso de no ser suficientes, programar suscripciones para hacer frente a los gastos de una campana cualquiera, sobre todo en periodo de elecciones. Tienen esos conglomerados a su servicio empresas dlversas, especlalmente editoriales, y cuando no les conviene utilizar las propias pueden agenciarse el concurso de las tipicamente comerciales. Todo depende de las posibiltdades de venta, pues el negociante no se embarca a cierra ojos, 37
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