Interrogations - anno II - n. 2 - marzo 1975

Jtesumert De 1816 à 1825, Saint-Simon expone sus doctrinas sociales. La escuela san-stmoniana, tras haber conocido un gran éxito, se hunde en el ridi.culo, debido a las innovaciones y a la locura mistica de Enfantin. Tras un largo periodo de olvido, asisttmos actualmente a un .resurgimtento de las ideas san-simonianas, hasta tal punto que François Perroux ha escrito: «todos nos hemos vuelta mas o menos s·,n-stmontanos». Saint-Simon se propone fundar la ciencta del homt,re, la fisiologia social que pondra. en evidencia la ley suprema del progreso del esptritu humano. El nuevo orden tendra. como finalidad de la actividad colectiva la producci6n de cosas utiles y para SatntSimon la politica es la ciencia de la producci6n. Son los productores quienes deben ordenar la marcha de la socieàad y no los ociosos: las abejas y no los zémganos. El partido industriai reunira todos ac;uellos que participan en la producci6n, los jefes de empresa, los banqueros y cienttficos también. En ese tipo de sociedad la noci6n de capacidad (legttima y util) se substttuye a la noct6n de poder I arbitraria y autoritaria). La verdadem igualdad se basa en una 7erarquta que se funda en el siguiente principio: a cada uno segun su capacidad, a cada capacidad segun sus obras, y, para prevenir los conflictos siempre postbles, es necesarto mejorar la existencia de la clase mas pobre: de aht la necestdad de una moral fundada en el amor del pr6jtmo y en la cartd.ad. La sociedad industrtal, ast dotada de una moral racional y de una nueva religt6n, sera supranaeional y se convertirti en la organtzaci6n definitiva de la especie humana. Un parlamento general tendra la direcct6n de la instrucci6n publica orientada hacia una enseiianza general y una enseiianza profesional especializada. El sistema indust.rial de Saint-Simon tiene corno imperativo: trabajar para producir. Contrariamente a Sismondt, Saint-Simon se interesara mucho ma.s a la producci6n que al reparto. La economia moderna parece haber elegido precisamente el crecimtento continuo, et cual, segun Fou..rastié, el Club de Roma, Meadow, Sicco Mansholt, etc., conduce a una catastrofe. Pesimismo injustificado, dicen otros cconomistas, pero todos estiman que hay que cambiar las instttuciones y luchar a favor de una sociedad igualitaria y descentralizada. Los libertarios, que no creen en las vtrtudes del crecimiento tlimitado, se feltcitan de estas tomas <le posici6n. Pero se separan de Satnt-Simon en la cuestt6n de la organizaci6n de la economia porque ptensan que la j~rarquia graduada de las capacidades, contrariamente a la federaci6n agrtcola-tndustrial de Proudhon, hace de los productores de la base, simples ejecutantes de las decistones de la cumbre. Se tiende asf. a llegar al reino de los admtntstradores a qutenes la capactdad conftere la autoridad. El parttdo tndustrial dice Satnt-Simon, tiene que tener un jefe que coordtne todos los movirr:ientos. Los anarquistas niegan ese reino de la inteltgencia ctenttfica, «el mas aristocratico, el mas déspota de todos los regf.men~s» f Bakunln). Tampoco tienen confianza en el dialogo constructivo CJUepodria establecerse entre dtrigentes y dtrtgidos, porque los inter• l Jcutores no se situan en un. plano de tgualdad y los prtvtlegios de /os admintstradores no se ponen en tela de juicio. Este es el caso de

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