Interrogations - anno I - n. 1 - dicembre 1974

ULTIMAS SEMANAS El Consejo, informado de este proyecto de rendición, solicitó una nueva entrevista para el d1a 25, al objeto de exponer a los representantes de Burgos que no era posible aplicarlo por falta material de tiempo. Aceptada la entrevista, ese d1a volaron hacia la capital provisional de la Espafia nacionalista el teniente coronel Garijo y el comandante Ortega. Cuando estaban discutiendo las dos delegaciones, casi ya de acuerdo sobre la redacción de un documento común que establecerla las condiciones de rendición, llegó una orden terminante del general1simo: las negociaciones quedaban terminadas. El 26, el Consejo Nacional de Defensa prometió a Burgos, por radiograma, la entrega de la aviación el d1a siguiente. La respuesta fue tajante: ante la inminente ofensiva, las tropas republicanas deberían sacar bandera blanca y entregrase espontáneamente. No le quedaba al Consejo escapatoria posible y el final de la guerra era ya cuestión de horas. El 27: todas las fuerzas de los Cuerpos de Ejército I, II y III hablan abandonado el frente; sólo el IV, al mando de Mera, continuaba firme en sus posiciones. En la Casa de Campo y en la Ciudad Universitaria, las tropas republicanas que no se hablan retirado confraternizaban con las franquistas. A las trece horas del d1a 28, el coronel Prada, que habla reemplazado a Casado en el mando del Ejército del Centro, hizo entrega de la ciudad; mientras tanto, los miembros del Consejo Nacional de Defensa -salvo Besteiro, que decidió quedarse en Madriddecidieron evacuar la capital en dirección a Valencia, para tratar de organizar all1 la evacuación de los elementos más comprometidos. Hacia unos d1as habla zarpado el «American Trader, con unos miles de antifranquistas; pudo salir entonces el «Lezardieux», con más de quinientos; también partió el «Campillo«, con otros quinientos. Llegó en los últimos momentos el «Stanbroob, fletado por el Consejo, llevándose a 3.500; zarparon igualmente el «Bou V-24» con 110, el «V-31» y el «Gavilán de los Mares» con unos cuantos más. Y fue todo, junto con varias barcas de toda clase, en las cuales pudieron escapar unas docenas de militantes. En un avión de caza, el único que quedaba a disposición del Consejo, salió hacia Orán Cipriano Mera, acompafiado de tres o cuatro compafieros. Los miembros del Consejo, con Casado al frente, salieron de Valencia hacia Alicante, con la esperanza de lograr embarcar alli. No· les fue posible pasar de Gand1a, pues la carretera se hallaba cortada por los fusiles de los falangistas. Lograron alcanzar el puerto de esta localidad, donde estaba fondeado un barco inglés, el «Sussex», en el que pudieron embarcar el 29, al anochecer, tras penosas discusiones con el capitán y el cónsul británico. En la mafiana del ,~1a ~154

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