Interrogations - anno I - n. 1 - dicembre 1974

ULTIMAS SEMANAS la desesperación de la vida en peligro de perecer, el miedo a ser inexorablemente aplastados. En los frentes de Madrid, los jefes militares observaban inquietos que la disciplina comenzaba a relajarse y que la tropa se relacionaba con la del enemigo, intercambiando cosas y hablando del final próximo de la guerra; todos coincid1an en que la situación ya no era la misma que exist1a antes de la rebelión comunista, salvo en el sector ocupado por el IV Cuerpo de Ejército, que continuó al mando de Mera. El Consejo, pues, en su ambición de sobrevivir unas semanas más, insiste cerca del Alto mando enemigo ·para llevar a cabo negociaciones directas, apresurándose a designar al general Matallana y al coronel Casado, dispuestos a presentarse en Burgos. La respuesta se r,ecibió el d1a 19: el general Franco aceptaba la negociación, pero no la delegación del Consejo por tratarse de dos militares de elevada graduación, excusa que más bien parece un veto al general Matallana y al coronel Casado, quizá por el destacado papel que desempefiaron durante la guerra. Paralelamente a estas gestiones cerca de Burgos, el Consejo Nacional de Defensa se esforzaba en preparar una evacuación por los puertos levantinos que todav1a dominaba, única salida posible. Pero para ello se precisaban barcos, que no tenia. También tropezaba con otro problema no menos angustioso: el del abastecimiento en v1veres, puesto que se hablan consumido las pocas reservas existentes. El Consejo envió a Francia, el d1a 17, a Trifón Gómez, que habla venido desempefiando el cargo de Intendente general de Abastecimiento, para que tratara de remediar esos dos problemas: el del abastecimiento y el de la evacuación. Al d1a siguiente se reunió en Par1s con Negr1n. Extractamos de su informe: «Se expresó con lenguaje violento al hablar de los sefiores Casado y Besteiro [ ... ], haciendo, entre otras, la siguiente afirmación: 'No hay más Gobierno legal de Espafia que el mio.' Le dejé que desfogase sus iras, no concediendo importancia alguna a su opinión. [ . .. J Para tratar del principal objeto de mi viaje me citó para las ocho de la noche del mismo d1a. En esta reunión, a la que asistió Méndez Aspe, y que se prolongó hasta las d~_cey media de la noche, el lenguaje fue moderado y se me formularon toda clase de ofrecimientos para el abastecimiento y la evacuación, sin concretar ningún proyecto de env1os, lamentándose de la falta de divisas, de los embargos de me~canc1as y de los saldos, de la situación de la Mid Atlantic Shipping Co., e incluso de la que atravesaban_ los propios ministros; en suma, que por poco me piden a m1 divisas. [ ... J Saqué el convencimiento de que se pod1a esperar muy escasa ayuda, (87). Trifón Gómez prosiguió sus gestiones, sin 52

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