ULTIMAS SEMANAS nistas, en el frente y en la retaguardia, en los puestos de trabajo y de lucha, seguirán dando a la Patria, como hasta ahora, con su sangre y su vida, un ejemplo de su abnegado sacrificio, de su heroismo y disciplina~ (70). El Partido Comunista en Madrid acabó, pues, por someterse a la autoridad del Consejo Nacional de Defensa, como en realidad ya lo habla hecho días antes en la última reunión de su Comité Central. Sin embargo, esto no fue óbice para que más tarde, finalizada la guerra civil, trataran de ocultarlo y de reprobar con las más duras imprecaciones al Consejo. Todavía en 1954, con motivo de una reunión del Comité Central, la Paaionaria dijo en su informe: «La Junta de Casado, en la que estaban comprometidos muchos dirigentes republicanos, se sublevó contra el Gobierno republicano que dirigía la lucha contra los fascistas, con el pretexto de la influencia del Partido Comunista, pero en realidad al servicio de la reacción imperialista que necesitaba urgentemente terminar con la guerra de Espafia para dejar las manos Ubres a Hitler en la preparación de la segunda guerra mundial, que pensaban comenzarla con la agresión hitleriana a la Unión Soviética~ (71). En 1939,habla tratado a Casado de «agente inglés~. acusación recogida luego por algunos historiadores que perezosamente se han limitado a transcribir los anatemas comunistas. En realidad, no pasaba de ser una hábil cortina de humo para ocultar la actitud que el Partido Comunista habla adoptado en marzo de 1939y que no tenia semejanza exterior alguna con la oposición armada de los comunistas en Madrid. Por una vez,. no le falta razón a Lister, al escribir: «Querer explicar el golpe de Casado por la traición de una serie de gentes y por las presiones y manejos del Gobierno inglés puede resultar cómodo, pero no es convincente ni real> (72). Asi es, en efecto. Seria olvidar que el levantamiento encabezado por Casado contó con el apoyo de todos los partidos y organizaciones sindicales, salvo el comunista, claro está. Resulta significativo el hecho de que el Partido Socialista se apresuró en Madrid a expulsar a Negrtn, Alvarez del Vayo y otros más de su tendencia; que los jóvenes socialistas se separaron de las J.S.U. stalinianas; que la U.G.T. se propuso excluir de sus filas a todos los comunistas; que la impopularidad de estos últimos era general, pues, (70) Ibldem, pág. 613. (71) Informe del Comité Central presentado por la camarada Dolores Ibarruri. Impr!merie de la V!cto!re, N!ce, 1954. (72) Obra citada, pág. 118. 44
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