Interrogations - anno I - n. 1 - dicembre 1974

ULTIMAS. SEMANAS Mera, anarquista jefe del IV Cuerpo de Ejército, para comunicarle que su actitud «podria tener derivaciones peligrosas y contraproducentes>, que cabia agotar todos los recursos pollticos y que no «era adecuado tomar medidas extremas>, afiadiendo: «Que se considera impropio de un m111tante confedera! tenga o piense depender de otro elemento, que aunque sea Casado no es la Organización>. Mera replicó: «Dice que él ha tomado una determinación surgida del análisis de la actual situación. Se refiere a la capacidad y a la confianza que merecen los Comités, los cuales no pueden asegurar que su gestión haya sido siempre efectiva. [ ... J Los hombres y las organizaciones tendrán que responder ante la historia de sus actos [ ... ] ; algunos Comités fracasados merecerlan ser fusilados> (36). Por lo visto, el Comité de enlace del Movimiento Libertario habla juzgado preferible Ignorar al Comité, de Defensa de la C.N.T. de Madrid y elegir como cabeza de turco a Mera, aunque sablan perfectamente que no era persona fácil de amedrantar. No, repito, no existió tal secreto, por la sencilla razón que todo el mundo daba la guerra por perdida y ganaba terreno, a pasos agigantados, la idea de deshacerse previamente de Negrln y de los comunistas. Ya en la reunión del 25 de febrero del Comité Nacional de enlace del Movimiento Libertario, el representante de la F.A.I. aflrmó: «Con este Gobierno no hay posibilidad de hacer una paz honrosa. Inevitablemente hay que formar un Gobierno o una Junta de Defensa que merezca tales garantias> (37). Garcla Pradas, que jugó entonces un activo papel, escribió: «Nuestro Comité Regional de Defensa, del Centro, comprendiendo claramente que debla dedicar sus actividades, por una parte; a impedir que Negrin realizara sus propósitos, y por otra, a establecer las condiciones pol1ticas y militares que nos permitieran ser duefios de nuestra propia voluntad frente al enemigo; de aqui que, al mismo tiempo que entraba en relaciones con Casado para estudiar el método de una sublevación cada dla más precisa e inevitable, se pusiera al habla con varios sectores antifascistas> (38). Incluso se entrevistó con el Comité provincial del Partido Comunista. Refiere Garcla Fradas: «El Partido Comunista y el Movimiento Libertario eran, por su cohesión y su fuerza, dos sectores decisivos en la zona; 24 (36) José Pelrats: Obra citada, pégs. 288-289. (37) Ibldem, pég. 290. (38) Obra citada, pég. 54.

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